Las parroquias de la Diócesis de Las Vegas cerraron hace varias semanas como respuesta a evitar la propagación del COVID-19. La pandemia ocasionada por el coronavirus tuvo un impacto muy fuerte en el sur de Nevada, afectando prácticamente todos los rubros económicos y sociales del estado. Los servicios religiosos un fueron excepción.
Las protestas plantean nuevas preocupaciones por la reapertura de los restaurantes del centro de Las Vegas tras el cierre por el COVID-19.
Incluso a medida que los complejos turísticos están cambiando sus planes y alegan que están listos para reabrir el jueves, los visitantes de todo el país indican que no pueden esperar a llegar a Las Vegas para divertirse.
La pandemia de COVID-19 y las pérdidas de empleo relacionadas con ella hacen que muchos se enfrenten a la desalentadora perspectiva de tratar de pagar sus cuentas médicas sin un seguro estable o sus ingresos regulares.
El Condado Clark registró 78 nuevos casos de COVID-19 y nueve muertes adicionales en el día anterior, según datos publicados el miércoles por el Distrito de Salud del Sur de Nevada.
Para algunos operadores de casinos del centro de Las Vegas, el jueves no llegará lo suficientemente pronto.
El Distrito de Salud del Sur de Nevada reportó 126 nuevos casos de coronavirus y tres muertes adicionales en el Condado Clark hasta el martes por la mañana.
Las familias del Valle de Las Vegas fueron recibidas con un fresco alivio cuando se presentaron en los recién reabiertos chapoteaderos y, en Henderson, en dos piscinas comunitarias el sábado por la mañana.
Al día siguiente de anunciar que el Smith Center permanecería a oscuras indefinidamente, el presidente y director general Myron Martin batalló para encontrar las palabras para describir lo que estaba sintiendo.
Los casinos de Las Vegas se han estado preparando para su próxima reapertura del jueves durante meses.
