SANTA ANA, California — Una conductora ebria condenada por asesinato en segundo grado será sentenciada hoy por haber causado un trágico accidente en 2018 en Huntington Beach que mató a tres adolescentes de Las Vegas e hirió gravemente a otro.
Bani Duarte, de 29 años y madre de cuatro hijos de San Clemente, California, se enfrenta a una cadena perpetua y está detenida desde abril de 2018.
Los miembros del jurado deliberaron durante menos de dos horas el 1º de octubre antes de emitir veredictos de culpabilidad por tres cargos de asesinato en segundo grado y un cargo de conducir bajo la influencia del alcohol causando lesiones. El juicio duró poco más de una semana en la Corte Superior del Condado Orange.
Los estudiantes de Centennial High School: Dylan Mack, de 18 años, Brooke Hawley, de 17, y Albert “A.J.” Rossi Jr., de 17 años, visitaban Huntington Beach para las vacaciones de primavera cuando fueron asesinados justo antes de la 1:10 a.m. el 29 de marzo de 2018. Alexis Vargas, el único sobreviviente del Toyota Corolla de los adolescentes, fue hospitalizado con quemaduras y una conmoción cerebral.
Las autoridades reportaron que Duarte golpeó con su Hyundai Sonata la parte trasera del Toyota, el cual estaba detenido frente a un semáforo en rojo en la intersección con la calle Magnolia. El impacto con velocidad de casi 80 millas por hora empujó al Toyota a través de la intersección y chocar contra un poste antes de que estallara en llamas.
El nivel de alcohol en la sangre de Duarte dos horas después del choque era de 0.28 por ciento, más del triple del límite legal para los conductores en California. Los datos tomados de su auto por la policía de Huntington Beach mostraron que en ningún momento presionó el pedal del freno antes del choque.
“Bani Duarte asesinó a tres personas jóvenes a causa de sus decisiones. Por lo que ella sabía, lo que entendía, lo que eligió hacer de todos modos”, expresó el fiscal de distrito del Condado Orange, Daniel Feldman el año pasado durante su alegato final. “Otro joven, Alexis, tiene una cicatriz permanente. La llevará consigo para siempre porque ella decidió que no quería tomar un Uber después de una noche de tomar”.
Aquí hay cinco puntos destacados del juicio:
– El abogado de Duarte, Justin Glenn, admitió en su declaración inicial que Duarte conducía borracha en el momento del accidente. Pero a lo largo del juicio, Glenn argumentó que sus crímenes no equivalían a un asesinato, porque, después de que Duarte fuera arrestada bajo sospecha de un delito menor de conducir bajo la influencia del alcohol en junio de 2016, los oficiales no le dieron una advertencia formal requerida en California conocida como una advertencia Watson. La advertencia habría informado a Duarte de que si llegaba a matar a alguien mientras conducía bajo la influencia del alcohol, no podría alegar que no entendía las consecuencias, incluido el hecho de enfrentarse a un cargo de asesinato en segundo grado.
– El primer día de testimonio, el video de la cámara corporal capturado por la policía de Huntington Beach mostró a Duarte, pocos minutos después del accidente, todavía sentada dentro de su vehículo, aparentemente inconsciente de la gravedad del accidente. En el video, le preguntó a un oficial: “¿Alguien acaba de morir? ¿Qué pasó?”
– En el segundo día de testimonio, los fiscales mostraron un video de una sala de interrogatorios de la policía de Huntington Beach, donde Duarte se enteró (unas 11 horas después del accidente) que había matado a tres adolescentes. “Cuando chocó por detrás con el coche, había cuatro adolescentes en él y tres de ellos han muerto. El auto estalló en llamas cuando lo impactaste”, le explicó a Duarte el oficial de policía de Huntington Beach, Joshua Page. En el video, a Duarte se quedó boquiabierta y comenzó a llorar. Más tarde, durante la misma entrevista, ella preguntaba: “¿Así que estaré en la cárcel para siempre?”
– El jurado también escuchó a la persona que llamó al 911, Alex Martínez, durante el segundo día de testimonio. Martínez estaba con dos amigos esa noche, conduciendo a lo largo de la costa cuando, según dijo, se encontraron con el coche de Duarte zigzagueando imprudentemente entre dos carriles cerca de la frontera de Newport Beach y Huntington Beach. Los hombres la siguieron, y cuando giraron a la izquierda en la autopista de la costa del Pacífico desde el bulevar Balboa, vieron a Duarte chocar contra un bordillo. Los hombres revelaron que le preguntaron a Duarte si necesitaba que la llevaran después de salir de su vehículo para comprobar los daños. Pero mientras Martínez hablaba por teléfono con un despachador del 911, Duarte volvió a su vehículo y se alejó a toda velocidad, chocando con el vehículo de los adolescentes minutos después.
– En el último día de testimonio, Vargas, el único sobreviviente adolescente, enfrentó a Duarte cuando subió al estrado. Al levantar su mano derecha para prestar juramento, se reveló una cicatriz de las quemaduras que sufrió. Dejando escapar un largo suspiro, Vargas dijo: “Recuerdo haberme despertado. Eso es todo”.
Esta es una historia en desarrollo.