Impugnan en tribunal decisión sobre templo LDS en Las Vegas
Una coalición del Condado Clark quiere que un tribunal revise la reciente aprobación de la ciudad de Las Vegas para construir un templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (LDS) cerca de Lone Mountain, en el noroeste de Las Vegas.
La Nevada Rural Preservation Alliance, que se describe a sí misma como una organización sin ánimo de lucro cuyos miembros incluyen a habitantes del vecindario afectado, presentó el domingo la petición de revisión judicial.
El mes pasado, el Concejo Municipal dio luz verde al proyecto del Lone Mountain Temple en Hickman Avenue y Grand Canyon Drive, en el extremo noroeste del valle.
La organización religiosa planea construir una instalación de 70 mil pies cuadrados en unos 20 acres, que incluirá un campanario que alcanzará una altura de casi 200 pies.
“Al aprobar el proyecto del templo, la Ciudad de Las Vegas ignoró por completo la ley, la aplicó erróneamente y tomó decisiones de hecho que no estuvieron respaldadas en modo alguno por evidencia sustanciale”, dice la petición de 26 páginas.
Según la petición, la ciudad “abusó de su discrecionalidad” y “cometió errores de derecho” al revisar y aprobar el proyecto.
El grupo alegó que la ciudad eludió un acuerdo de zonificación entre Las Vegas y el Condado Clark que tiene por objeto limitar los proyectos comerciales e industriales en los vecindarios residenciales.
“El Acuerdo Interlocal tiene prioridad sobre las ordenanzas locales de zonificación u otras ordenanzas municipales”, decía la petición. “Además, hay casos federales que han sustituido a las leyes locales para proteger a los ciudadanos”.
La Iglesia dijo que estaba al tanto de la presentación judicial.
“Esa aprobación unánime se produjo después de una extensa revisión por parte del Concejo Municipal, el aporte de todos los segmentos de la comunidad y un vigoroso debate”, dijo la Iglesia en un comunicado. “Estamos agradecidos por el duro trabajo del Concejo Municipal y confiamos en que su decisión será confirmada”.
La petición decía que la construcción del templo “borraría las características rurales del vecindario”.
La petición citaba las preocupaciones de los vecinos, que incluían el tráfico intenso, el ruido de la construcción, el impacto ambiental y una “iluminación agresiva”.
La concejal Francis Allen-Palenske dijo el mes pasado que trabajaría en una ordenanza de “cielo oscuro” para abordar las horas en que pudiera permanecer encendida la iluminación del templo.
La petición argumentaba además que los vecinos no habían tenido tiempo suficiente para presentar sus argumentos y que la ciudad ya había denegado proyectos similares en el pasado.
En mayo, cientos de vecinos acudieron a una reunión de la Comisión de Planificación. En julio, acudieron en masa a la reunión del Concejo Municipal en la que se aprobó el proyecto por unanimidad.
“El público en general no puede disfrutar del LDS Temple de ninguna forma”, decía la petición. “La Iglesia LDS mezcló términos en los procedimientos con la Ciudad y trató de hacer pasar el Templo como una casa de reuniones con el fin de reclamar algún propósito cuasi-público”.
El tribunal no había respondido a la petición hasta el martes por la tarde. La ciudad declinó hacer comentarios citando un litigio pendiente.
“En este asunto no hay ningún impacto para la práctica religiosa, ya que hay muchos sitios alternativos donde se puede construir el templo”, decía la petición.