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Modelando el brote de COVID-19 de Nevada

El COVID-19 podría matar a más de 900 personas en Nevada para agosto, con el número de muertes diarias alcanzando un máximo de 19 el 20 de abril, según un nuevo modelo que prevé la propagación del nuevo coronavirus.

El pico de uso de los recursos hospitalarios de Nevada podría ocurrir un día más tarde, según el modelo predicho el miércoles. Para entonces, los hospitales de Nevada necesitarán unas mil camas más de las que tienen actualmente, y 305 camas más en las unidades de cuidados intensivos.

El modelo, creado por el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, es uno de los muchos intentos de trazar el camino que el nuevo coronavirus tomará en Estados Unidos y en Nevada, pero ha tomado una nueva prominencia desde que fue referido esta semana por la doctora Deborah Birx, la coordinadora de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca.

“Ningún estado, ninguna área metropolitana, se salvará”, predijo Birx el domingo en una entrevista en “Meet the Press” de NBC. “Cada área metropolitana debería asumir que podría tener un brote similar al de Nueva York”, donde los hospitales se han visto abrumados por un aumento de casos y muertes.

A principios de esta semana, el modelo, que proporciona previsiones estado por estado, dio algunas razones para el optimismo en Nevada: La trayectoria parecía estar mejorando, con un total de muertes proyectadas que bajaban a poco más de 500 y una escasez de solo 60 camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Sin embargo, eso cambió a principios del miércoles, cuando el modelo cambió para proyectar 921 muertes de COVID-19 en el estado y volvió a predecir la necesidad de unas mil camas de hospital más que las disponibles actualmente.

No está claro qué desencadenó el cambio, y el personal del instituto no respondió a las solicitudes de comentarios. Sin embargo, el modelo tiene en cuenta las medidas de emergencia adoptadas por los funcionarios para frenar la propagación de la enfermedad y perfecciona las estimaciones a medida que se dispone de mejores datos a lo largo del tiempo.

La fluctuación de las predicciones pone de relieve las limitaciones de esos modelos: Solo son tan buenos como sus supuestos subyacentes, que en este caso son poco claros, con lo que todavía hay mucha incertidumbre sobre el virus, incluida su prevalencia en el país, su mortalidad y el grado en que las medidas de emergencia están ayudando. En otras palabras, el modelo debe intentar predecir no solo el comportamiento del virus, sino la diligencia con la que los humanos siguen las precauciones recomendadas para erradicar la enfermedad.

Preparándose para el pico

Tampoco está claro qué proyecciones están utilizando los gobiernos estatales y locales al implementar nuevas restricciones, como la directiva de estancia en el hogar del gobernador de Nevada, Steve Sisolak, emitida el miércoles para frenar la propagación del virus, que ha infectado a más de mil 200 personas y matado a más de 30 en el estado.

“A nivel nacional hay una variedad de modelos que pueden ser utilizados para predecir potencialmente la trayectoria que tomará el COVID-19”, dijo Meghin Delaney, vocera de Nevada Health Response del gobierno estatal. “El Departamento de Salud y Servicios Humanos está revisando todos los recursos disponibles, junto con la información de los casos de Nevada, para tener la información más actualizada para apoyar a los nevadenses en nuestra respuesta al COVID-19”.

Delaney señaló que según las estimaciones actuales, Nevada necesitará “miles de cubrebocas N95 y quirúrgicos, guantes y batas de hospital en el transcurso de los próximos 30 días”.

En el Condado Clark, donde se encuentra la gran mayoría de los casos de Nevada en el estado, cerca del 23 por ciento de más de 960 personas que dieron positivo habían requerido hospitalización hasta el miércoles, incluyendo a los que murieron, según datos del sitio web del Distrito de Salud del Sur de Nevada.

“El Distrito de Salud del Sur de Nevada está trabajando con nuestros socios locales, estatales y federales para estar preparados para abordar el desbordamiento de los hospitales y obtener recursos”, apuntó la vocera, Jennifer Sizemore. “Estamos trabajando para poner estos recursos en su lugar lo más rápido posible”.

Tanto Delaney como Sizemore se negaron a proporcionar estimaciones sobre el momento en que la enfermedad podría alcanzar su punto máximo o sobre el número total de muertes previstas.

Sin embargo, los hospitales más grandes del Valle de Las Vegas afirman que se están preparando para que los casos de COVID-19 en Nevada lleguen a su punto máximo a mediados de abril.

Estos incluyen el Centro Médico Universitario (UMC) y los seis hospitales locales del Sistema de Salud del Valle, según los funcionarios de la compañía. HCA Healthcare, empresa matriz de cuatro hospitales locales, espera un pico “en las próximas dos semanas”, aseveró el martes el vocero, Antonio Castelan.

El UMC también está analizando “múltiples modelos predictivos de fuentes confiables”, anunció el vocero, Scott Kerbs. No dio detalles sobre los modelos que utiliza el hospital.

Fallas en los modelos

El modelo del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud predijo el miércoles cerca de 94 mil muertes por COVID-19 en todo el país a principios de agosto, 13 mil más de las que proyectaba el domingo.

Aún así, la estimación fue hacia el extremo inferior del espectro para el modelado del impacto de la enfermedad.

Birx agregó el martes en una reunión informativa en la Casa Blanca que las muertes en el país podrían ser entre 100 mil y 240 mil, incluso con medidas de emergencia aplicadas.

Algunos modelos han pronosticado que el número de muertes en el país superará los dos millones (una posibilidad, según los funcionarios de la Casa Blanca) si Estados Unidos no sigue las medidas agresivas para frenar la propagación.

Pero el problema con los modelos de predicción es que “son tan eficientes como sus suposiciones y parámetros, y en este momento, todo esto es desconocido”, señaló Brian Labus, profesor asistente de epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la UNLV.

Las variables para las que solo hay estimaciones incluyen la prevalencia del virus en la población de Estados Unidos, la facilidad con la que el virus se propaga de persona a persona y la tasa de mortalidad real. Para complicar aún más las cosas, en los cálculos se tiene en cuenta el impacto de diversas medidas de emergencia, como el distanciamiento social y el cierre de escuelas y empresas.

“Creo que los modelos son buenos para identificar qué curso de acción particular es mejor que otro, pero no son buenos para predecir el curso de este brote”, corrigió Labus, que forma parte del equipo de asesores médicos del gobernador para el COVID-19.

Mucho más grave que el pronóstico del instituto, un modelo publicado por COVID Act Now estima que la enfermedad podría matar a 47 mil personas en Nevada, un “peor caso” en menos de tres meses de mal cumplimiento de la orden de resguardarse en sus hogares. La organización, encabezada por un ingeniero de software de Google, también prevé que los hospitales del estado se vean abrumados a mediados de abril.

El modelo predijo aún más muertes (62 mil) si Nevada no hubiera promulgado el distanciamiento social y el “resguardo”, y solo dos mil muertes si el resguardo se observaba estrictamente durante tres meses.

Labus mencionó que el pronóstico de COVID Act Now asume que el 70 por ciento de la gente se infectará y cuenta con una tasa de mortalidad del tres por ciento, ambos en el extremo superior de las estimaciones. También hace suposiciones en términos del grado en que el distanciamiento social ayudará a las cosas, “otra cosa en la que no creo que podamos estar de acuerdo”, sugirió.

Otro fallo del modelo es que trata a Nevada como una sola entidad, a pesar de las diferencias entre las zonas urbanas, suburbanas y rurales. Labus enfatizó, señalando que las tasas de infección, así como la prestación de servicios de salud, variarán de una comunidad a otra.

Lo que muchos de los modelos tienen en común es que proyectan un ciclo de tres meses para la enfermedad, recalcó Labus, y que “todo va a empeorar antes de mejorar”.

Todos los modelos plantean el espectro de que no hay suficientes camas de hospital, especialmente en las unidades de cuidados intensivos, pero Labus puntualizó que eso es solo una pieza del rompecabezas.

“¿Qué pasará si tenemos más pacientes que suministros para atenderlos?” cuestionó Labus retóricamente, refiriéndose a los equipos de protección para el personal médico, los respiradores para los pacientes y otros equipos esenciales. “Pensar que eso es algo con lo que potencialmente tendremos que lidiar es realmente aterrador”.

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