Los investigadores afirman que el agua del Lago Mead, mostrada aquí en enero, podría contener sustancias químicas cancerígenas. (L.E. Baskow/Las Vegas Review-Journal)
Los investigadores afirman que el agua del Lago Mead, mostrada aquí en enero, podría contener sustancias químicas cancerígenas. (L.E. Baskow/Las Vegas Review-Journal)