Federales investigarán la terrible experiencia de tres días de un vuelo de Delta en Harry Reid
Una auxiliar de vuelo de Delta Airlines que abandonó el trabajo el sábado y un sobrecalentamiento del motor que persistió durante varios días sin reparaciones, parecen haber sido el comienzo del problema ampliamente reportado del lunes en el Aeropuerto Internacional Harry Reid.
El incidente provocó la hospitalización de dos pasajeros y el tratamiento de cinco por insolación, después de que un Boeing 757 permaneciera en la línea de despegue durante un tiempo discutible a 110 °F de temperatura.
El Departamento de Transporte de Estados Unidos dice ahora que planea investigar, reportó Reuters el jueves por la tarde.
Un funcionario del Departamento de Bomberos del Condado Clark dijo que dos pasajeros fueron hospitalizados y cinco recibieron tratamiento el lunes por la tarde cuando el vuelo 555 permaneció en la pista durante más de tres horas sin aire acondicionado, según se informó.
El software de seguimiento Flightaware.com proporcionó horas contradictorias sobre la salida del avión de la puerta de embarque, pero indicó que fue entre las 2 y las 3 p.m. El funcionario de bomberos del condado dijo que los equipos respondieron a un llamado de ayuda a las 5:10 p.m. cuando el avión había regresado a la zona de la puerta de embarque.
Katie Ives, residente en Savannah, Georgia, y su esposo James tenían previsto volar el sábado a las 11 a.m. en el 555 de Las Vegas a Atlanta.
Pero tardaron hasta el martes por la mañana en llegar a casa, lo que le costó perder dos días de trabajo, que los niños se angustiaran y gastos extra de niñera, además de cambiar dos veces de hotel en Las Vegas. Ives es fotógrafo familiar y tuvo que volver a reservar sesiones fotográficas para dos días.
“Estábamos en el vuelo 555 de Delta que salía el sábado por la mañana de Las Vegas para una conferencia de trabajo”, dijo Ives. “El mismo avión en el que la gente se sobrecalentó el día 17 y fue hospitalizada. Vi los reportajes de televisión y reconocí a algunas de las personas que iban en el vuelo del sábado”.
Ives cree que el calvario de tres días podría haberse evitado.
“Era un problema conocido y documentado durante tres días enteros y nunca se solucionó”, dijo.
Delta declaró en un comunicado tras el incidente del lunes que estaba investigando y que había indemnizado a los pasajeros del vuelo. Dice que el retraso en la pista fue de una hora, pero otros reportes dicen que fue de tres horas.
La aerolínea no devolvió una solicitud de comentarios hasta el jueves por la noche.
La normativa de la Administración Federal de Aviación (FAA) obliga a las compañías aéreas a mantener una temperatura agradable en la cabina durante los retrasos en la pista. El Departamento de Transporte dijo que responsabilizará a la aerolínea de cualquier infracción.
“Quiero saber cómo es posible que los pasajeros hayan permanecido a bordo de un avión con un calor de tres dígitos durante tanto tiempo”, declaró el jueves a Reuters el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, quien señaló que el episodio había durado varias horas.
“Incluso a temperaturas normales, se supone que un retraso en la pista no debe durar tanto tiempo, y tenemos reglas al respecto, que estamos aplicando activamente en este momento”, dijo.
Según la FAA, las aerolíneas pueden ser multadas con hasta 27,500 dólares por pasajero si el retraso en la pista supera las tres horas.
‘Nunca había ocurrido en su carrera’
El desprevenido calvario de los Ives comenzó poco después de que cerraran la puerta de pasajeros.
“Justo después de que cerraran la puerta, una azafata le dijo al piloto que estaba teniendo un problema personal, dijo Ives. “Al parecer, no le gustó su tono, abrió la puerta y abandonó el puesto.
“El piloto habló por el intercomunicador y explicó que eso no había ocurrido nunca en su carrera. Pero sin suficiente tripulación, el piloto dijo que las normas de la FAA exigían que todos despegaran.
“Dos horas más tarde llegó una nueva azafata procedente del aeropuerto JFK, así que todos volvimos a embarcar”, explicó. “Durante el rodaje, el motor se sobrecalentó”.
Algunos pasajeros tuvieron que dormir en el aeropuerto, mientras que a otros se les proporcionaron habitaciones de hotel, dependiendo de la rapidez con la que se pudiera entrar en la fila para conseguir un hotel. Eso significaba que los últimos de la fila tenían que dormir en el aeropuerto o buscarse alojamiento por su cuenta.
La saga continuó el domingo.
“Era el mismo avión y la misma tripulación, porque nuestras maletas se quedaron en el avión durante la noche”, dijo Ives. “Estaba estacionado en la puerta de embarque y no se movía”.
La salida prevista para las 6 a.m. del domingo se retrasó tres horas antes de que el piloto anunciara que tenían que volver a probar el motor. Falló y el vuelo se canceló.
No había otros vuelos disponibles el domingo, y Delta dijo que no pagaría un auto de renta para que ella condujera hasta Los Ángeles o Phoenix para tomar un vuelo a casa, ya que todos los vuelos estaban reservados en Las Vegas.
El lunes por la mañana hubo una revuelta, dijo Ives.
“Querían que volviéramos al avión por tercer día consecutivo, pero nos negamos”, explicó, y añadió que fueron varias docenas de personas las que se negaron. “Nos reservaron la salida a través de American Airlines o habríamos estado en el avión cuando la gente se recalentó”.
Los Ives volaron a Los Ángeles y tomaron un vuelo posterior de Delta para llegar a casa a primera hora del martes.
Ives dijo que Delta no ha ofrecido compensación, incluso después de pasar varias horas al teléfono esta semana con el servicio de atención al cliente y los gerentes.
