El pasado turbulento de tirador en Iglesia de Texas en contraste con el pistolero de Las Vegas
SUTHERLAND SPRINGS, Texas - Otro acto de violencia sin sentido. Otra investigación para determinar el motivo de una masacre relacionada con armas que ha destrozado a otra comunidad.
Apenas un mes después de que un pistolero solitario matara a asistentes de un concierto en Las Vegas, otra persona trastornada disparó contra una casa de culto en una comunidad rural en el sur de Texas.
El tiroteo en Las Vegas el 1° de octubre dejó 58 muertos y más de 500 heridos, convirtiéndose en el peor tiroteo masivo en la historia de Estados Unidos.
Sutherland Springs ahora será registrado como el sitio del peor tiroteo masivo en Texas. El ataque del domingo, llevado a cabo por Devin Patrick Kelley, de 26 años, mató a 26 personas e hirió a otras 20. Con base en la evidencia en el lugar, las autoridades creen que Kelley murió de una herida de bala auto-infligida después de que fue perseguido por transeúntes armados y se estrelló con su automóvil.
La policía dice que Kelley, quien llevaba una máscara negra y una armadura corporal, entró a la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs alrededor de las 11:20 a.m. del domingo y abrió fuego contra la congregación con un rifle semiautomático AR-15. Luego dio media vuelta y siguió disparando cuando salía del edificio, dijo el alguacil del condado de Wilson, Joe D. Tackitt Jr., en una conferencia de prensa el lunes.
Las autoridades dicen que esperan saber más del video de seguridad en la iglesia.
El gobernador de Texas Greg Abbott llamó al sospechoso “trastornado” en una entrevista con “This Morning” de CBS. Dijo que el sospechoso, quien murió después de una persecución automovilística, tenía problemas de salud mental y una conexión con la comunidad “que saldría a la luz” en los próximos días.
‘Tendencias violentas’
“Esta es una persona que tenía tendencias violentas”, dijo Abbott.
Después de servir en la Fuerza Aérea, Kelley recibió una baja por mala conducta al agredir a su cónyuge y a su hijo y fue sentenciado a 12 meses de reclusión después de una corte marcial en 2012. Sirvió en Logistics Readiness en la Base Holloman de la Fuerza Aérea en Nuevo México desde 2010 hasta su baja en 2014, dijo la portavoz de la Fuerza Aérea Ann Stefanek.
Kelley, quien tenía una licencia para servir como guardia de seguridad privado desarmado, no tenía un permiso de arma de fuego.
No estaba claro cómo Kelley fue capaz de obtener el rifle semiautomático Ruger AR-556 utilizado en el ataque, ni otras dos armas de fuego encontradas en su poder.
Freeman Martin, director regional del Departamento de Seguridad Pública de Texas, dijo que Kelley, quien vivía en un condado vecino, compró cuatro armas entre 2014 y 2017, dos en Texas y dos en Colorado.
También sugirió que una “situación doméstica” podría haber jugado un papel en el tiroteo. Dijo que Kelley había expresado su enojo con su suegra, quien era miembro de la congregación pero no asistió el domingo.
El FBI dijo que el tiroteo no parecía motivado por asuntos religiosos o raciales.
Los investigadores observaron publicaciones en redes sociales que Kelley hizo en los días previos al ataque, incluida una que parecía mostrar un rifle semiautomático.
Otra comunidad llora
Al igual que en Nevada un mes antes, esta comunidad a unos 35 kilómetros al sudeste de San Antonio ahora intenta lidiar con una tragedia inexplicada que dejó a madres, padres y vecinos afligidos por sus seres queridos y amigos perdidos en la matanza.
Las víctimas tenían edades comprendidas entre los 18 meses y los 77 años, y hasta 14 eran niños, según el alguacil Tackitt. Una familia perdió ocho miembros.
Los guardabosques de Texas y el Departamento de Seguridad Pública de Texas han tomado la delantera en unir los eventos que llevaron al tiroteo.
El FBI y el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos están colaborando en la investigación.
El presidente Donald Trump, quien viajaba por Asia, dijo que América estaba triste por el tiroteo y ordenó que todas las banderas en las instalaciones federales ondeen a media asta.
Trump dijo que la administración proporcionaría el apoyo necesario y elogió a los primeros en responder.
Los comentarios de Abbot de que Kelley tenía problemas de salud mental y disciplinarios contrasta con el pasado del pistolero de Las Vegas, Stephen Paddock. Casi cinco semanas después de que el residente de Mesquite de 64 años abriera fuego desde su habitación del piso 32 en el Mandalay Bay a los asistentes al Festival de la Ruta 91, la policía dice que aún tiene pocas pistas sobre qué pudo haber precipitado el ataque al de lo contrario, jugador respetuoso de la ley.
La policía encontró 23 rifles semiautomáticos en la habitación del hotel de Paddock, algunos equipados con “bump stocks” para acelerar la velocidad de los disparos e imitar armas totalmente automáticas.
Póngase en contacto con Gary Martin en gmartin@reviewjournal.com o al 202-662-7390. Sigue @garymartindc en Twitter. The Associated Press contribuyó a este informe.
