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Cosmopolitan se vendió por 5,600 mdd, sin impuestos de transferencia de bienes inmuebles

Cuando el gigante de la inversión Blackstone vendió The Cosmopolitan of Las Vegas, alcanzó un precio de miles de millones por encima de lo que pagó años antes, y un ejecutivo alabó el “alto nivel de éxito” del complejo.

La operación es también el último negocio de alto precio en el sur de Nevada que no ha generado ni un dólar de impuestos sobre la transferencia de bienes inmuebles, una cuestión que, según el gobernador Steve Sisolak, deberían abordar los legisladores en la próxima sesión legislativa.

Blackstone, dirigida por el multimillonario Stephen Schwarzman, anunció el 17 de mayo que había completado la venta de The Cosmopolitan por 5,650 millones de dólares. Ese mismo día, se registró en el Condado Clark una escritura de la propiedad en la que no figuraba el precio de venta, ni el valor del impuesto de transmisiones, ni el impuesto de transmisiones a pagar, con esas filas en blanco, según los registros del condado.

Para reclamar una exención del impuesto de transmisiones, el expediente citaba un artículo de la ley estatal que permite a los propietarios transferir bienes inmuebles a un afiliado sin incurrir en el impuesto.

Su explicación es la siguiente: “Transferencia entre entidades empresariales con una relación de filial matriz (matriz a filial directa)”.

Blackstone conservó una parte de la propiedad, pero como parte de su multimillonaria venta, dos nuevos grupos adquirieron participaciones en los bienes inmuebles del llamativo hotel-casino.

En total, numerosos acuerdos lucrativos en el sur de Nevada -con un valor de cientos de millones o más de mil millones de dólares cada uno- se han estructurado de forma que los compradores y vendedores han podido evitar el pago de los impuestos sobre la transferencia de bienes inmuebles que financian las escuelas y las viviendas para personas con bajos ingresos en Nevada, según descubrió una investigación del Review-Journal publicada el mes pasado.

Los complejos acuerdos evitan que las grandes empresas paguen un impuesto que se aplica habitualmente a las ventas de casas, edificios de apartamentos, almacenes y otros sitios del valle de Las Vegas, y el resultado es una pérdida de millones de dólares al año en recaudación de impuestos para los gobiernos.

En estas operaciones, los compradores suelen adquirir una sociedad de responsabilidad limitada u otra entidad que tiene la propiedad de los inmuebles, en lugar de comprarlos directamente.

Blackstone, con sede en Nueva York, que dio a conocer bonificaciones de cinco mil dólares para cada uno de los aproximadamente cinco mil empleados de The Cosmopolitan la semana anterior al cierre de la venta, dijo en una declaración para esta nota:

“Cumplimos todas las leyes y seguimos el código fiscal en cada situación. Estamos increíblemente orgullosos de lo que hemos aportado al estado y a los ciudadanos de Nevada con nuestra inversión en The Cosmopolitan”.

“Captar el impuesto de transferencia”

Antes de que se completara la venta del Cosmo, desde 2007 se habían cerrado transacciones por valor de al menos 27,500 millones de dólares en la zona de Las Vegas -que comprendían unas dos docenas de operaciones relacionadas con hoteles-casinos, centros comerciales y otras propiedades, en su mayoría en el Strip o cerca de él- sin que se hubiera reportado públicamente ningún impuesto de transferencia de bienes inmuebles.

Ninguno de los compradores o vendedores implicados en estos acuerdos, incluido el más reciente, ha sido acusado de infracción por ninguna entidad gubernamental, según ha podido determinar el Review-Journal, y los documentos de venta reclamaban exenciones del impuesto de transmisiones permitidas por la ley estatal.

Sisolak dijo este mes que tiene “la esperanza” de que la Legislatura estatal “estudie este asunto en su totalidad” cuando se celebre la próxima sesión legislativa en febrero.

“Tenemos que captar el impuesto de transferencia de esas ventas”, dijo el gobernador al Review-Journal.

También dijo que hay que analizar los acuerdos grandes y pequeños.

“Estamos en un momento en el que necesitamos los ingresos en el estado, claramente, y debe ser justo para todos”, dijo Sisolak.

Mucho dinero

En los acuerdos seguidos por el Review-Journal participaron múltiples compradores y vendedores, entre ellos los operadores de casinos MGM Resorts International, Station Casinos, Wynn Resorts, Las Vegas Sands Corp. y Genting Group; el arrendador de casinos Vici Properties; el fondo de pensiones TIAA; Blackstone, arrendador de varios megaresorts en el Strip, como Bellagio, Aria y Vdara; y el multimillonario Phil Ruffin, propietario de Treasure Island y Circus Circus.

Blackstone, por ejemplo, adquirió el Cosmopolitan en 2014 por 1,730 millones de dólares al Deutsche Bank. La escritura que registró la venta de la propiedad en el condado indicaba el precio de venta, el valor del impuesto de transferencia y el impuesto de transferencia adeudado, todo ello como “$N/A”.

Como parte de la más reciente venta del Cosmopolitan, MGM Resorts adquirió las operaciones del negocio a Blackstone por más de 1,600 millones de dólares y rentó la propiedad por una renta anual inicial de 200 millones de dólares.

Por lo que respecta a los bienes inmuebles, la empresa de inversión neoyorquina Stonepeak y la oficina familiar de Andrew y Peggy Cherng, operadores de la cadena de comida rápida Panda Express, adquirieron participaciones en la propiedad.

Cuando se anunció la venta en septiembre, Tyler Henritze, un ejecutivo inmobiliario de Blackstone, dijo que el personal de Cosmopolitan había “ejecutado impecablemente un ambicioso plan de negocio… para ubicar el inmueble en un nivel muy alto de éxito”.

Blackstone no reveló su nueva participación en la propiedad ni las participaciones individuales de los nuevos propietarios.

Stonepeak no quiso hacer comentarios para este reportaje. Los esfuerzos por hablar con los Cherng o con un representante fueron infructuosos.

En el Condado Clark, los impuestos sobre transferencias de inmuebles representan una fracción del precio de compra de una propiedad, lo que supone un tipo impositivo del 0.51 por ciento. La venta de una casa de 300 mil dólares, por ejemplo, genera una factura de impuestos de transferencia de 1,530 dólares.

Sin embargo, las operaciones de alto precio pueden generar grandes facturas fiscales.

Por ejemplo, la venta de 4,200 millones de dólares de los bienes inmuebles del Bellagio en 2019, la venta de 3,890 millones de dólares de los bienes inmuebles de Aria y Vdara el año pasado y la venta de 1,100 millones de dólares del centro comercial de lujo Shops at Crystals en 2016 pudieron haber generado casi 47 millones de dólares en ingresos por impuestos de transferencia combinados.

En cambio, según los registros de la propiedad, su factura colectiva por el impuesto de transmisiones patrimoniales fue nula.

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