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La realidad del nuevo sueño americano

En la industria de los bienes raíces es muy común tener acceso a personas e información relacionadas con la actualidad económica del país que lo ponen a uno en la primera fila de la realidad nacional, eso sí, con una cantidad de matices y versiones que a la larga obliga a que uno construya su propia opinión.

Y bueno, tratándose de realidades, economía y además la comunidad hispana, es inevitable hacerse una idea sobre lo que todos llamamos el sueño americano. En meses pasados me reuní con una clienta en The Casas Team que inició su proceso de compra de casa y con un tono de nostalgia me decía que aunque se emocionaba por poder por fin tener un techo para su familia, también le hubiera gustado que pasara mucho antes. Eso me dejó pensando hasta que llegué a la conclusión de que con mucha razón a esta clienta (y claramente a todos nosotros) le había tocado una versión distinta del sueño americano. Que lo que sentía era que le había costado bastante esfuerzo.

Cuando nos ponemos a pensar en “los tiempos de antes”, las personas por una característica enraizada en nuestro código genético, tendemos a pensar en que siempre fueron mejores. Que ese “antes”, estaba cargado de condiciones que tienden a ser mejores siempre. La verdad científica al respecto es que el instinto de supervivencia del ser humano es el más desarrollado de todos y hace mayor presencia en las reacciones que tenemos. Ese instinto de supervivencia nos “selecciona” los mejores episodios de nuestras vidas y hace que nos aferremos a ellos en momentos de estados de ánimo fuertes. Tristeza o alegría.

Los recuerdos siempre están ahí para obrar como tabla de salvación, alimentando lo que comúnmente llamamos “esperanza”. Las esperanza es lo que en realidad nos mantiene en la lucha.

Piensen cuantas veces atravesamos por un momento muy difícil, ¿no extrañan las vivencias con una madre amorosa? el desayuno que nos daba antes de ir a la escuela, el helado que reponía el abuelo cuando tirábamos sin culpa uno que un minuto antes nos había comprado o el día que se conoció el amor de la vida. Así está construido nuestro sistema de defensa emocional y vaya que sí es efectivo, ¿o no?.

Ese mismo sistema hace que no nos conformemos con lo que tenemos y queramos más. Que comparando situaciones anteriores, no estemos a gusto nunca con nuestra realidad. Eso tiene mucho que ver con lo que me decía nuestra clienta respecto a “tenerla más fácil”. Si bien es cierto que nuestra realidad económica no trae los privilegios que traían para nuestros antepasados, y que definitivamente tenemos que luchar más para ganarnos las cosas, la realidad de nuestro país siempre ha acechado el hermoso sueño americano.

El escándalo de Water Gate, Vietnam, la guerra fría, el 9/11, siempre ha habido un tema al cual culpar para tener algo de temor en nuestras vidas. La verdad es que a lo largo de la historia nunca se ha impreso un periódico cuya primera plana diga: No pasa nada, nuestro mundo es mejor de lo que imaginamos.

Lo que le digo al que me pregunta al respecto, es que al contrario de temor, tenemos que ver nuestra realidad como una oportunidad muy grande como comunidad. No somos super héroes, pero sí hay quienes saben de crisis, somos los latinos.

Vivimos en crisis desde la época de la colonia. Llevamos la habilidad para sortear dificultades y salir adelante impreso en nuestro grupo sanguíneo. Sabemos a ciencia cierta qué es enfrentarse al peligro en el día a día. No importa si no hemos pisado Latinomérica, esa habilidad desarrollada está ahí. Y aunque nuestra versión del sueño americano sea distinta, hay una verdad innegable y es que los latinos estamos mejor preparados que nadie para alcanzarlo. Por eso no hay que dudarlo ni por un segundo. Si el sueño americano es esquivo para algunos, no tiene porque serlo para nosotros.

De eso estamos hechos. Hay que dejar el temor a un lado y tenernos la confianza que necesitamos para creernos que somos el grupo minoritario con mejores perspectivas de cara al futuro cercano.

Como ven, tener casa propia, el sueño americano, y el helado del abuelo, están atados de una u otra forma. En The Casas Team no solo vamos a hablar de papeles; por eso pueden venir sin problemas para que además de eso, hablemos del futuro.

Como siempre, si quieren ponerse en contacto con un profesional que lo asesore en términos de compra de bienes raíces, o cualquiera que sea la pregunta, saben que pueden comunicarse directamente conmigo al correo electrónico info@thecasasteam.com, al teléfono 702 499-6556, ó en www.thecasasteam.com.

Espero saber de todos muy pronto.

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