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“Estamos en revolución, al borde del estadillo social”dice el mexicano Javier Sicilia

Javier Sicilia, el poeta que ya no escribe más poesía y el activista que ya no lidera el Movimiento por la Paz, ve con dolor los hechos de Iguala, México, mientras cuestiona a las autoridades mexicanas.

Entrevistado por El País, Sicilia recuerda el nacimiento de ese movimiento suyo, surgido en marzo de 2011 a partir del asesinato de su hijo Juan Francisco. Pero hoy ya no es la voz de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico emprendida por el entonces presidente Felipe Calderón (2006 a 2012). “Sigo en lo mismo, pero desmontado de los medios”, aseguró.

En días recientes, Sicilia se trasladó a Ciudad de México para escuchar a los padres de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos desde el 26 de septiembre. Allí fungió como mediador entre las autoridades y las familias de los jóvenes.

“Había un matrimonio de campesinos muy tristes que decían: ‘en la mañana salimos al campo y nos olvidamos un poco, pero cuando llega la tarde la tristeza es honda, muy honda’. Yo conozco demasiado esas tardes. Creí que estaba seco, pero ahí me quebré”, dice el activista, haciendo alusión a las lágrimas que le provocó el relato de esa pareja.

Sicilia ve la “derrota” de la organización que puso de frente a la realidad a los mexicanos, un país en guerra con miles de desaparecidos y muertos a cuestas. “Ojalá todo ese esfuerzo inmenso hubiera servido para algo, pero mira lo de los estudiantes de Iguala y todo lo que hay debajo. México es una gran fosa común”, se lamenta.

“Estamos en estado de revolución –continúa—, al borde del estallido social. El enojo es tan grande. Veo una especie de guerra civil. Ojalá me equivoque”, dijo a El País mientras fumaba uno de sus cigarrillos.

Y aunque su lucha nació en el gobierno de Felipe Calderón, a quien le recordará “mientras viva los 60,000 muertos que dejó”, también se dirige ya al gobierno actual, al del presidente Enrique Peña Nieto: “en el gobierno están rebasados. El PRI (Partido Revolucionario Institucional, del que es militante Peña Nieto) creyó que podía administrar el infierno, pero no sabía de su dimensión”.

Cuando todavía era candidato a la Presidencia de México, Peña Nieto escuchó de Sicilia una frase que parece haberle retumbado. Sicilia le dijo en público que no tenía corazón.

“Le dolía que se lo dijera, pero yo tenía razón. No tiene corazón. La Ley de Víctimas la entregó por un principio pragmático político, no porque le dolieran las víctimas. No ha servido para nada. Ni siquiera se les ve ahora en Guerrero”, lamentó Javier Sicilia, según la cita de El País.

A su juicio, México hoy en día se encuentra peor que en 2011, sin importar “los esfuerzos del Gobierno por desterrar el discurso belicista”, señaló.

Y sobre las reformas aprobadas recientemente en el país, Sicilia es claro: “¿quién va a querer invertir aquí?” pues define a México como un “Estado fallido, inexistente, roto (…) horror de ver a muchachos matando muchachos en esta guerra fratricida”.

“Las víctimas no somos soportables. Nadie quiere oír el horror, por eso fue catártico el Movimiento. Hizo sonar el aullido de dolor hasta que el Gobierno lo quiso tapar. Ahora desde Guerrero se oye otra vez ese grito”, concluye.

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