Muchos de los edificios del gobierno de Nevada, carreteras y bienes están viviendo en tiempo prestado.
Años después del final de la Gran Recesión, muchas agencias gubernamentales en el Estado de la Plata todavía carecen de fondos y personal suficiente para mantener la infraestructura crítica en lugares que van desde escuelas a prisiones. Los proyectos se posponen durante años en algunos casos, creando condiciones peligrosas tanto para los empleados como para ciudadanos particulares.
Cuando los edificios y equipos sobrecargados de trabajo finalmente se descomponen, el costo de volver a ponerlos en línea es mucho mayor que el de pagar el mantenimiento y las reparaciones en el camino, según un experto. En otras palabras, los gobiernos (y los contribuyentes) terminan pagando mucho más con el tiempo.
Los signos del problema están a nuestro alrededor:
■ El año pasado, los campos de fútbol de césped artificial de tres escuelas preparatorias del Valle de Las Vegas fueron considerados inseguros e impracticables, y dos más podrían correr un destino similar. Los patios de las escuelas locales están plagados de equipos rotos y pavimento agrietado, mientras que los pedidos de trabajo atrasados se cuentan por cientos.
■ Los funcionarios penitenciarios del sur de Nevada sufrieron lesiones después de que las escotillas de los techos deteriorados de la prisión estatal de High Desert se abrieran y les golpearan la cabeza, según declaró un funcionario de prisiones durante el periodo de sesiones de 2019 de la Asamblea Legislativa de Nevada. Los pisos comenzaron a desplomarse en un campamento de bomberos para prisioneros en el Condado de Humboldt antes de que los legisladores estatales aprobaran el año pasado la financiación para reemplazarlos.
■ Se necesitan más de 40 millones de dólares para mantener las represas más críticas reguladas por el estado de Nevada en perfecto estado, según la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles, pero el presupuesto anual de seguridad del estado es inferior a 300 mil dólares.
■ En 2015, una piscina pública cubierta en Reno estuvo cerrada por más de un año después de que su techo comenzó a hundirse debido a los grandes daños causados por el agua. El técnico de la ciudad responsable de supervisarla había sido despedido en 2010.
“Alguien pudo haber salido realmente herido”, advirtió Frank Avera, gerente de mantenimiento y operaciones de Reno, de la piscina del Centro Comunitario Evelyn Mount Northeast. “Afortunadamente, nadie lo hizo. Pero eso amplifica el hecho de que si no te ocupas de las cosas, hay grandes consecuencias para eso”.
Este año, el Las Vegas Review-Journal explorará este problema en “State of Disrepair”, una serie ocasional que examinará los desafíos, consecuencias y posibles soluciones a la práctica conocida como mantenimiento diferido. Muchas agencias del gobierno local no pudieron estimar el precio de sus atrasos, pero las que lo hicieron proporcionaron sumas impresionantes.
El Departamento de Administración de Nevada (que mantiene la mayoría de los edificios del estado) reclamó más de 600 millones de dólares en necesidades de mantenimiento diferido hasta el 2019. Las universidades que componen el Sistema de Educación Superior de Nevada estiman un atraso de más de 200 millones de dólares de trabajo.
Según el Distrito Escolar del Condado Clark (CCSD), donde los funcionarios informan que casi 300 escuelas tienen más de 20 años de antigüedad, las necesidades de mantenimiento preventivo no financiadas se situaron en más de cuatro mil millones de dólares hasta junio. El ex jefe de instalaciones escolares, David McKinnis, le indicó a la Junta Escolar del Condado Clark en noviembre, unos meses antes de abandonar el distrito, que el mantenimiento estaba “muy mal financiado” y “mal administrado”.
“Debería haber otro término que se utilice”, dijo McKinnis. “Y ese es ‘no mantenimiento’”.
El legado de la recesión
Las reparaciones y el mantenimiento se están retrasando debido a la falta de dinero y mano de obra, afirman los funcionarios del gobierno.
Mientras el valor de las casas en Nevada se desplomaba durante la Gran Recesión, también lo hacían los ingresos por impuestos a la propiedad recaudados por los gobiernos locales, los distritos escolares y el estado. Esos fondos se mantuvieron bajos incluso cuando los precios de las casas se recuperaron debido a los topes estatutarios en los aumentos de los impuestos a la propiedad. El año pasado, esos topes redujeron las facturas del impuesto a la propiedad en más de mil millones de dólares.
Los ingresos del impuesto a la propiedad juegan un papel integral en la financiación del gobierno local, que comprende casi un tercio del fondo general del Condado Clark.
“Los gobiernos locales dependen en gran medida de los ingresos del impuesto sobre la propiedad”, apuntó Meredith Levine, directora de política económica del Guinn Center, un laboratorio de ideas bipartidista con sede en Las Vegas. “Las operaciones serían muy, muy tensas sin esas cantidades de dólares”.
Pero aumentar los ingresos del gobierno, a través de los impuestos sobre la propiedad u otros medios, ayudará a abordar el mantenimiento diferido solo si los nuevos dólares se dirigen a eliminar los atrasos, explicó Levine. Eso puede ser una venta difícil para los funcionarios electos y los sindicatos del sector público, que quieren que el crecimiento de los ingresos se aplique a los servicios esenciales y a los aumentos de salarios y beneficios para la fuerza laboral del gobierno.
“Es algo que podría ser prioritario, pero todo el concepto de aplazar (el mantenimiento) es que otras prioridades tienen prioridad”, aseveró Levine.
Además, los gobiernos locales redujeron drásticamente su personal, incluidos los trabajadores de mantenimiento, durante la Gran Recesión debido a los recortes presupuestarios. Algunos informan que los trabajadores que quedan están tan ocupados con las reparaciones de emergencia que casi no tienen tiempo para centrarse en el mantenimiento preventivo.
En North Las Vegas el año pasado, los empleados de obras públicas fueron desviados de sus tareas programadas por más de dos semanas después de que una sección de Gowan Road se hundiera cerca de un pie debido a problemas de larga data no resueltos. Tres carriles tuvieron que ser cerrados y reparados inmediatamente debido al peligro para los conductores.
“No tienes la oportunidad de planear por adelantado”, dijo el director de obras públicas de North Las Vegas, Dale Daffern. “Las prioridades, en este momento están establecidas sobre una base más de emergencia”.
El proyecto de reparación de emergencia en Gowan Road costó unos 80 mil dólares, reveló Daffern, mucho más que el costo de mantener regularmente la calle. Eso es común, según un experto.
Las piezas y la mano de obra necesarias para arreglar un equipo averiado casi siempre cuestan al menos 15 veces más de lo que costaría mantener el equipo en buen estado, señaló David Geaslin, un consultor de mantenimiento con sede en Texas durante más de 30 años. El costo es aún más alto después de tomar en cuenta el precio del equipo de reemplazo temporal o el cierre de un edificio durante reparaciones importantes.
“Todo el mundo está tan preocupado por los grandes problemas que ignoran los pequeños”, apuntó Geaslin, cuyos clientes anteriores incluyen la Universidad Estatal de Texas y la ciudad de San Antonio. “Y cuando terminas uno grande, otro pequeño se convierte en uno grande”.
Geaslin dijo que ha visto a las agencias gubernamentales con atrasos beneficiarse de la realización de “mantenimiento integrado verticalmente”. En lugar de centrarse en un problema generalizado, como la fontanería en todo un campus universitario, recomienda centrarse en la reparación de todos los problemas de mantenimiento en uno o dos edificios a la vez.
El enfoque permite a los trabajadores abordar un gran número de pequeños problemas en una sucesión de fuego rápido, destacó Geaslin, evitando que se vuelvan más complicados y costosos.
“Un día miras hacia arriba y no hay nuevos grandes proyectos que se aproximen por detrás”, aseveró. “Solo tienes que acabar con todos los huevos de serpiente antes de que tengan la oportunidad de eclosionar”.
“Conquista este mantenimiento diferido”
Las agencias del gobierno de Nevada están experimentando con una variedad de formas de reducir sus atrasos de mantenimiento diferido.
El Distrito Escolar del Condado Washoe ha gastado cerca de 130 millones de dólares para reparar y mantener las escuelas desde 2016, una medida que fue posible después de que los votantes locales aprobaron un aumento de medio centavo en el impuesto sobre las ventas. El dinero gastado hasta ahora equivale a más de la mitad del costo de las necesidades de mantenimiento diferido del Distrito Escolar antes del aumento de los impuestos, y ha abordado un atraso de techos con goteras y unidades de calefacción y aire acondicionado envejecidas. El aumento de los impuestos también se ha utilizado para financiar la construcción de nuevas escuelas.
“Ha sido muy gratificante ver cómo esto está afectando a nuestros estudiantes y sus familias”, apuntó la vocera del Distrito Escolar, Samantha Frederickson. “Pueden centrarse más en el aprendizaje”.
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Otros gobiernos locales están usando la tecnología para intentar conquistar sus atrasos.
El Condado Washoe creó una base de datos a nivel de todo el condado en 2018 para rastrear cuán pronto se debe reemplazar un activo y cuán crítico es para las operaciones del condado. En un condado con más de dos millones de pies cuadrados de instalaciones públicas, la herramienta está demostrando ser invaluable para decidir qué proyectos reciben primero la financiación.
“Estamos realmente en el camino de tomar decisiones basadas en datos”, mencionó Eric Crump, el director de la división de operaciones del condado. “Así es como vamos a conquistar este mantenimiento diferido”.
Del mismo modo, la ciudad de Henderson utiliza dos bases de datos para rastrear su flota municipal y los activos de obras públicas que generalmente tienen un valor de mil dólares o más. El software alerta a los empleados cuando se debe hacer un mantenimiento regular para asegurar que los pequeños problemas no se conviertan en grandes, señaló el Director de Obras Públicas, Ed McGuire.
Otros gobiernos están tratando de hacer más con los limitados recursos que tienen.
El Distrito Escolar del Condado Clark colocó ingenieros de construcción en más de 20 escuelas el año pasado para promover el mantenimiento preventivo y hacer frente a las necesidades inmediatas que surjan. A un costo de 66 mil dólares por escuela por año, el programa piloto aborda todo, desde desatascar tuberías hasta arreglar los sistemas de calefacción y aire acondicionado.
Un vocero del Distrito Escolar comparó la estrategia con una familia que cuida un coche. Cambiar el aceite y rotar los neumáticos regularmente puede prevenir un fallo catastrófico en el futuro.
Aún está por verse cuán efectiva será la iniciativa en cuanto a las necesidades de mantenimiento del Distrito Escolar. De acuerdo con McKinnis, el antiguo jefe de instalaciones escolares, los viejos edificios escolares del Condado Clark necesitan toda la ayuda posible.
“Lo hemos hecho de tal manera que estamos peligrosamente cerca de una inminente falla de nuestros edificios”, concluyó McKinnis a la Junta Escolar en noviembre. “Si no actuamos ahora, las consecuencias futuras resultarán en el cierre de escuelas”.