Jang Kyung-jin, pasó más de cinco años enfrentándose a incertidumbres y juicios antes de que se reconociera su objeción de conciencia. “Aunque deseo servir a mi comunidad lo mejor posible, las restricciones de la vida en la cárcel hacen que eso sea imposible”, afirmó convencido de su decisión. El domingo 15 de mayo de 2022 en el noroeste de la ciudad. [Foto cortesía, vía Jahaziel Muñoz / JW]