Bajas posibilidades de identificar los restos de Cocula, dice Universidad de Innsbruck
Tras la identificación de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes desaparecidos el pasado 26 de septiembre, la Universidad de Medicina de Innsbruck, Austria, a donde fueron enviados los restos encontrados en el basurero de Cocula, reconoció que son “muy bajas” las posibilidades de conocer la identidad del resto de los jóvenes.
Por medio de un comunicado, la Universidad Médica de Innsbruck, reconoció que ha sido una tarea complicada obtener resultados a partir de los fragmentos óseos entregados por la Procuraduría General de la República (PGR) pues las condiciones a las que estuvieron expuestas dificultan la práctica de los estudios y disminuyen las probabilidades de obtener resultados.
Sin embargo, el director del Instituto de Medicina Legal de dicha universidad, el profesor Richard Scheithauer, señaló que han aplicado las técnicas estandarizadas más modernas para obtener los resultados de las muestras de las víctimas.
Los restos fueron clasificados por la institución como “muestras desafiantes” debido a las condiciones a las cuales estuvieron expuestas. Asimismo, la Universidad subrayó que aún se están practicando nuevas pruebas a los restos que hasta el momento no han arrojado resultados.
Scheithauer puntualizó que se aplicarán técnicas adicionales que incluyen un intento por analizar ADN mitocondrial, lo cual “requiere tiempo y las expectativas de obtener más resultados son muy bajas debido a la naturaleza extrema de las muestras”.
La Universidad Médica de Innsbruck únicamente entregará los resultados obtenidos de los análisis de las muestras “a la autoridad responsable de quién se recibió la solicitud”, en este caso a la PGR y al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
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Forenses argentinos aseguran que aún faltan evidencias sobre el caso Iguala
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que participó en la investigación del caso de los normalistas desaparecidos, dijo que aún falta evidencia para precisar que los restos recuperados en el río correspondan a los retirados en el basurero de Cocula.
El EAAF indicó que “falta aún mayor evidencia física que una los hallazgos” en el basurero municipal de Cocula y los del río San Juan.
“La evidencia que une a ambos sitios por ahora es esencialmente testimonial”, señaló el grupo de forenses, en alusión a la información difundida por la PGR en la que, de acuerdo con declaraciones de detenidos, un grupo de jóvenes fueron incinerados en el basurero y los restos y cenizas echados en bolsas y lanzados al río.
A través de un comunicado, el grupo de expertos señaló que la identificación de los restos de Alexander Mora Venancio, en la Universidad de Innsbruck, fue posible antes del tiempo esperado porque la muestra estaba en mejores condiciones de preservación que las demás.
La PGR dijo al equipo forense que los restos de Mora fueron recuperados por buzos de la Policía Federal en el río, pero el EAAF aseguró que no estuvo presente en el momento de ese hallazgo. Detallaron que fueron convocados por la PGR cuando la bolsa con restos estaba abierta y la muestra se hallaba junto con otras, en una zona de limpieza.
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Padres rechazan teoría de la PGR
Horas antes, los padres de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos desde el 26 de septiembre, exigieron a las autoridades mexicanas que no se dé ‘carpetazo’ al caso de sus hijos luego de que se identificaron los restos de Alexander Mora, uno de los 43.
También rechazaron la teoría de la PGR de que los restos de sus hijos fueron arrojados e incinerados en un basurero en Cocula.
El abogado que representa de forma legal a los familiares, Alejandro Ramos, señaló que ellos aceptan los resultados de las pruebas de ADN hechas por los peritos argentinos, pero rechazan la teoría del caso.
“Creemos que la búsqueda en vida debe seguir, es solo una hipótesis que no está plenamente probada”, señalaron.
Durante una rueda de prensa realizada en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, denunciaron que la PGR pretende fortalecer el hallazgo en el basurero de Cocula, sin tomar en cuenta otras líneas de investigación, como la participación del Ejército.
Afirmaron que las jornadas de lucha que han organizado tanto los padres como los estudiantes, seguirán realizándose, pues la angustia de los padres se incrementa con la confirmación de los restos de Alexander Mora, hallados en Cocula.
“No tenemos un vínculo que demuestre que los restos del basurero son los mismos que los del río, por eso exigimos que no se pretenda dar carpetazo”, dijo otro de los padres.
Manuel Olivares, secretario de la Red de Derechos Humanos en Guerrero, quien acompaña y asesora legalmente a los padres de los estudiantes, señaló que aún faltan seis restos óseos por analizar, mismos que se encuentran en la Universidad de Austria, pero los resultados tardarían entre dos y tres meses.
Olivares anunció que siete expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y tres mexicanos se sumarán a las investigaciones, pero algunos denunciaron que no han tenido acceso a los expedientes con las declaraciones de los detenidos y demandaron facilidades para que se pueda revisar la documentación.
Durante la conferencia, demandaron una línea de investigación contra el gobernador con licencia, Ángel Aguirre y acusaron que María de los Ángeles Abarca sigue arraigada y no ha sido consignada.
La mañana del domingo la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) convocó a una rueda de prensa en la que el fiscal, Jesús Murillo Karam, realizó una recapitulación del anuncio que había hecho previamente y que llevaba al asesinato de los estudiantes y la posterior incineración de los restos.
Señaló que a la fecha hay 80 personas detenidas, entre ellas quienes detuvieron, secuestraron y entregaron a los estudiantes a miembros del cártel de Guerreros Unidos.
Al tiempo, en una humilde vivienda, la familia de Alexander Mora lo recordaba como un joven alegre cuyo sueño era ser maestro para sacar adelante a su viudo padre.
“Alexander fue el único de los hijos que quiso salir. Decidió irse a estudiar porque su sueño era formarse como maestro y ni modo, le quitaron la vida”, explicó afligido su padre a la AFP en su diminuta casa de dos cuartos.
Vecinos, amigos y compañeros estudiantes acudieron a la vivienda de color azul. En su memoria prepararon un pequeño altar con velas, varias fotografías del muchacho y una playera de fútbol, su gran pasión junto a la lectura, recuerdan.
