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Restaurantes convierten los cubrebocas en accesorios de moda de marca

La copropietaria de Lotus de Siam, Penny Chutima, comenzó a diseñar cubrebocas de tela con el nombre del restaurante en un esfuerzo por eliminar residuos.

“Hacía los cubrebocas sólo para mí porque estábamos usando muchos de los quirúrgicos”, explica Chutima. “Así que pensé, nos ahorra (dinero) y no daña la tierra”.

Se sorprendió por la respuesta de los clientes.

“La gente decía: ‘Hey, esos cubrebocas son súper geniales, ¿podemos comprar unos?’ Y yo me dije, OK, tal vez voy puedo hacer pocos más, sólo para ser recuerdos de este tiempo”.

En The Black Sheep, el chef Jamie Tran empezó a recibir peticiones similares después de que su personal empezara a usar cubrebocas personalizados diseñados por su bartender, Terry Clark.

“Los clientes le decían a mis meseros que pensaban que el cubrebocas era genial y que querían usarlo”, dice Tran, que ahora los vende en su restaurante por 12 dólares cada uno.

Aunque los cubrebocas y las normas que exigen que los clientes los usen se han convertido en temas políticos divisorios para ciertos negocios, varios restaurantes locales los han adoptado como oportunidades de comercialización.

“Soy un gran creyente del branding y el marketing”, mencionó el chef y propietario de Sparrow + Wolf, Brian Howard, que rápidamente vendió su primer envío de 200 cubrebocas de marca. “Si puedo tener a alguien que apoye nuestra marca y la muestre, entonces hay una oportunidad allí”.

Pocas empresas entienden mejor la intersección del marketing y la moda que la cadena de cafés Hard Rock, que comenzó a vender cubrebocas Hard Rock en línea en junio. La respuesta fue tan positiva que pronto empezaron a ofrecerlas en las tiendas de sus restaurantes, con tres diseños diferentes disponibles actualmente en el Hard Rock del Strip, junto con camisetas, gorras, pines y otras mercancías variadas.

“La respuesta de los clientes ha sido muy, muy positiva”, señala Benito Méndez, vicepresidente de merchandising, ecommerce y licencias de Hard Rock. “Algunos de estos cubrebocas están entre nuestros más vendidos”.

Más y más negocios locales parecen estar aprovechando la oportunidad. Cuando Rollin Smoke Barbeque recibió originalmente algunos cubrebocas personalizados como regalo de la compañía que diseña sus sombreros y chaquetas, Mike Moore comenzó a ofrecerlos a la venta como una novedad en la sucursal de la compañía en Summerlin solamente. Cuando las nuevas regulaciones entraron en vigor, empezó a pedir más.

“Una vez que estuviéramos obligados a usarlos, iban a ser o los de papel barato, que son difíciles de conseguir y caros, o los que nos hizo con los logotipos”, explica Moore.

Chutima señala que cuando vivía en Tailandia, los jóvenes que llevaban cubrebocas para protegerse de la contaminación llegaron a verlos como un accesorio de moda.

“El noventa por ciento de los estudiantes (universitarios, de preparatoria) siempre optamos por encontrar cubrebocas bonitos, para nosotros era una especie de declaración de moda, al mismo tiempo que nos protegía”.

En Hard Rock, Méndez cree que los estadounidenses están llegando a ese punto de vista.

“Estarán aquí por un tiempo, desafortunadamente”, afirma de los cubrebocas. “Así que creo que por ahora, a corto y mediano plazo, es un accesorio de moda que está aquí para quedarse”.

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