Mr. Peabody & Sherman

Como entretenimiento meramente familiar, esta nueva animación de DreamWorks, no destaca en ninguna manera en particular; está construida con un humor inofensivo y tiene uno que otro momento emocionante, pero no llega al clímax que busca alcanzar.

Mr. Peabody y Sherman cuenta la historia de Mr. Peabody, un canino genio e inventor se aventura en el rescate de su hijo adoptivo Sherman, quien se perdió en la historia al jugar con su máquina del tiempo. El preocupado padre debe comprobar que cuida bien de su hijo y rescatarlo antes de que se pruebe lo contrario.Con referencias a Doctor Who, o quizá homenajes, la máquina del tiempo y su funcionamiento son complejos y divertidos.

Los vaivenes de Sherman en momentos históricos entretienen a chicos y grandes pero no dejan de ser lineales al punto en que sólo hay un propósito en la trama. Sin embargo hay otras reflexiones para nosotros, los no tan chicos, que podemos rescatar:La relación entre el padre perro y su hijo humano es interesante al principio, pues no sabemos cómo esta historia puede sustentarse.

Conforme pasa el tiempo nos damos cuenta de que, antropomorfizado, el perro puede ser una metáfora de los padres actuales, cuyos métodos no son los convencionales, pero que están seguros de que pueden proveer a la sociedad de una mejor forma de educar a sus hijos.

El gobierno y sus trabajadores sociales son la vieja escuela que poco permite cambios en su modelo, intentando mantener un método tradicional educativo que no innova, por lo que persigue a Mr. Peabody con el propósito de comprobar su creencia.

Simpática y dinámica pero simple, Mr. Peabody y Sherman tiene un sólo nivel. Y es que las cintas animadas de los últimos años nos han enseñado que aunque estén dirigidas hacia el público infantil, la complejidad puede estar presente y los niveles de profundidad no se limitan por su género. Rescatemos que lo simple no siempre es pobre en contenido, pero aquí el público mayor a 12 años no encontrará grandes atractivos.