Director nominado al Oscar lleva al público al corazón del Papa Francisco
El director nominado tres veces al Oscar, Win Wenders, logró llevar a los espectadores hasta el corazón y la mente del Papa Francisco gracias a un documental biográfico perfilado como un “viaje personal”.
“Papa Francisco. Un hombre de palabra” es el nombre de la película escrita y dirigida por Wenders con el apoyo de la Secretaría de Comunicación de la Santa Sede y Vatican Media, la nueva estructura de prensa del estado pontificio.
La novedad de esta producción es que en ella aparece el propio Papa, quien ofrece respuestas a los principales desafíos globales del mundo de hoy: la muerte, la justicia social, la inmigración, la ecología, las desigualdades en términos de riqueza, el materialismo y el rol de la familia.
La técnica de filmación de la película lleva al espectador a estar cara a cara con Francisco, creando un diálogo intimista entre él y el mundo exterior.
Recogiendo las preguntas de personas en diversos momentos y fases de la vida, Jorge Mario Bergoglio responde a los agricultores y a los trabajadores, a los refugiados, a los niños y a los ancianos, a los presos y a aquellos que viven en los barrios pobres.
Esta sinfonía de preguntas constituye el esqueleto del filme, que también muestra al Papa en sus tantos viajes alrededor del mundo, con imágenes de su paso por las Naciones Unidas o por el Congreso de Estados Unidos, entre otras.
Se puede ver al líder católico llorar con las personas en el Ground Zero, el memorial del atentado a las Torres Gemelas de Nueva York o el Yad Vashem, el centro mundial para la memoria del Holocausto en Jerusalén.
También cuando les habla a los detenidos en las cárceles y en los campos de refugiados del Mediterráneo, en sus giras por Tierra Santa, África, Sudamérica y Asia.
En toda la película, el Papa comparte su visión de la Iglesia y su profunda preocupación por los pobres, su empeño por las cuestiones ambientales y por la justicia social.
En el documental aparece también San Francisco, inspiración al nombre elegido por el Papa, con algunos momentos legendarios de la vida del santo de Asís, como reformador y ecologista.
