Reconocen a la generación 2016 del Salón de la Fama del Boxeo de Nevada
El sábado 30 de julio se llevó a cabo la ceremonia de inducción de la generación 2016 al Salón de la Fama del Boxeo de Nevada, dónde grandes exponentes de este deporte estuvieron presentes para ser reconocidos en el evento realizado en el hotel y casino Caesars Palace.
Para este año las personalidades boxísticas que fueron inmortalizadas en dicho salón son: Riddick Bowe, Ray Boom Boom Mancini, Perriel Whitaker, Freddie Little, Johnny Tocco, Thell Torrence, Kenny Adams, Christy Martin, Tim Dahlberg, James Smith y el mexicano Ricardo Finito López, quien dos días antes de la ceremonia atendió a los medios de comunicación hispanos.
Representa un agradecimiento a Dios, por dejarme hacer cosas que ni yo pensé que podía lograr y de tener estos homenajes que los disfruto hoy en día con mi esposa y con mis hijos, lo gozo con mucha tranquilidad, comentó el Finito López.
La carrera de López fue ejemplar, se retiró invicto a los 37 años de edad y en cuatro ocasiones fue nombrado como el mejor boxeador del mundo libra por libra. Sin embargo, pese a tener una trayectoria prácticamente perfecta, el mexicano confesó a El Tiempo que siempre vivió con gran nerviosismo los momentos previos a cada pelea.
La gente pensaba que yo subía al ring y tenía mucha confianza. En la última pelea que hice en Nueva York, los comentaristas decía que tenían mucha confianza en el Finito López porque él ya no se ponía nervioso, que era muy tranquilo; si supieran que me estaba muriendo de nervios como si fuera la primera pelea, porque nunca dejé de tener la disciplina y ese trabajo, dejar mi nombre como un peleador diferente, expresó López.
El Finito reconoce que actualmente hay varios boxeadores que recurren a injerir algún tipo de sustancias para modificar su peso, ya que están en la práctica del boxeo más por negocio que por deporte. Él sabe que para trascender en esta práctica hay que tener pasión por el boxeo, situación que en su caso personal lo ha llevado a ser catalogado como uno de los mejores pugilistas latinoamericanos de la historia.
No me molesta esa etiqueta, hay grandes boxeadores, para mí el más grande peleador mexicano se llama Julio César Chávez, es el mejor que he visto; no puedo quitar la vista de grandes como Miguel Canto o Mantequilla Nápoles, que fue un peleador naturalizado mexicano, y puedo mencionar muchos más, sentenció el pugilista mexicano.
Actualmente y ante el retiro de grandes figuras del boxeo, Saúl Canelo Álvarez es uno de los peleadores más populares, no obstante, el Finito considera que su compatriota aún debe seguir aprendiendo para poco a poco explotar de mejor forma su potencial enfrentando a otro tipo de rivales.
Recordando la etapa final de su carrera, Ricardo López compartió que el momento en que decidió retirarse de este deporte fue precisamente al disputar su última pelea en Nueva York, justamente el año en que se suscitó el atentado contra las torres gemelas, ya en ese periodo él fue el único boxeador mexicano que disputaría el campeonato mundial.
Peleé contra un joven de 25 años de edad muy fuerte, Zolani Petelo. En esta pelea me di cuenta aún más de que Dios existe. El referí me había dado solo un round más para combatir porque estaba cortado de la ceja y del párpado izquierdo; sucedió algo inesperado en ese momento, conecté un gancho al hígado y se va a la lona, ahí dije que era la última pelea que hacía. Me di cuenta que yo no me retiré del boxeo, fue el tiempo quien me retiró; quería retirarme y no dar vergüenza, concretó el Finito López.
