Documento sugiere que el hijo del tirador sabía de las intenciones de matar a su exesposa
Un documento judicial presentado horas después de que un abogado de Las Vegas y su esposa fueran baleados mortalmente en un bufete de abogados de Summerlin describe los momentos previos a los asesinatos.
Cinco minutos después de que comenzara una deposición en una sala de conferencias el lunes por la mañana, el abogado Joe Houston “se levantó, tenía una mirada muy vidriosa y nerviosa en sus ojos, sacó una pistola y disparó a (Dennis) Prince cuatro veces”, según el documento.
Otra abogada presente en la sala, identificada como Shannon Wilson, “se agachó inmediatamente y se escondió debajo de la mesa de la sala de conferencias”, escribió la abogada Michele Lobello en el documento.
“Me explicó que le había pedido al señor Houston que por favor no le hiciera daño a su bebé, ya que está embarazada”, continuó Lobello. “Me explicó que el señor Houston le permitió salir de la sala de conferencias y tras su rápida salida y ponerse a cubierto en otro lugar de la oficina, escuchó disparos adicionales”.
Dennis Prince, un veterano abogado litigante, y su esposa, Ashley, fueron asesinados.
Houston se apuntó entonces con el arma, según las autoridades y otras personas familiarizadas con el ataque. Había estado representando a su hijo, Dylan Edward Houston, en una larga batalla por la custodia con su exesposa, ahora conocida como Ashley Prince.
Según el documento judicial presentado el lunes por Lobello, Dylan Houston no estuvo presente en la deposición. El documento afirma que Katherine Houston estaba siendo depuesta en ese momento, pero no describió su relación con el caso.
Los registros judiciales muestran que Dylan Houston, que también es abogado en Las Vegas, solicitó el divorcio de Ashley en octubre de 2021 tras cuatro años de matrimonio.
Un decreto de divorcio emitido un mes después otorgó a la pareja la custodia física y legal conjunta de dos hijos. Pero la custodia de los niños, ahora de 5 y 4 años, seguía en disputa.
Dennis Prince, junto con los abogados del bufete Jones & Lobello, representó a Ashley, identificada como Ashley Prince en los registros judiciales del mes pasado.
La policía informó de que el tiroteo ocurrió alrededor de las 10 a.m. del lunes en el interior de las oficinas de Prince Law Group, un bufete de abogados especializado en lesiones personales, seguros y derecho mercantil situado en el quinto piso del edificio del City National Bank, en el 10801 W. Charleston Blvd.
Según la policía, siete personas participaban en la deposición, entre ellas un reportero judicial.
Pocas horas después de los asesinatos, los abogados de Ashley Prince presentaron una petición de urgencia para obtener la custodia exclusiva de los niños.
En ese documento, Lobello escribió que las acciones de Dylan Houston en el momento del tiroteo sugerían que “conocía o debía conocer las intenciones de su padre antes de cometer estos actos atroces”.
En una respuesta, negó las acusaciones.
“La motivación de la tragedia del 8 de abril de 2024 es desconocida para cualquiera excepto para el propio Joseph W. Houston. La sugerencia de la defensa de que se trató de un ‘ataque planeado’ con el demandante es insultante y bastante especulativa”, escribió Dylan Houston.
Lobello escribió que Dylan Houston intentó recoger a sus hijos de la escuela después del tiroteo “en medio de la jornada escolar, a pesar de que los detalles sobre el estado del acusado de vivo o muerto no se habían hecho públicos en ese momento”. Ashley Prince era la acusada en el caso de divorcio.
Dylan Houston respondió a la petición de emergencia escribiendo que sus “acciones tras el tiroteo no son indicativas de una conspiración, como la defensa insensiblemente quiere hacer creer al tribunal, sino más bien las de un padre preocupado que quiere proteger, consolar, amar y apoyar a sus hijos de cualquier discusión innecesaria sobre esta tragedia”.
Una empresa de relaciones públicas emitió el martes la siguiente declaración en nombre de la familia Houston:
“Nuestra familia se encuentra en un estado de profunda conmoción y tristeza por los eventos de ayer. Pedimos oraciones y privacidad mientras tratamos de navegar los próximos días”. El Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas todavía está llevando a cabo su investigación y, mientras esta continúa, las especulaciones sobre los detalles del incidente solo sirven para añadir más trauma a nuestras ya afligidas y abrumadas familias. Confiamos plenamente en los esfuerzos de la Policía Metropolitana y les dejaremos cualquier comentario futuro mientras se desarrolla su investigación”.
