DJ herido y su esposa describen una sombría escena en el tiroteo de una fiesta
Derek McMillan tocó música para más de 100 estudiantes de preparatoria que celebraban el final de las vacaciones de primavera a última hora del sábado en una casa de North Las Vegas. Su esposa, Darshelle, estaba junto a él cuando sonó una ráfaga de balas, tres de las cuales penetraron en los muslos de su esposo.
“Había luces de discoteca en ese momento, pero no vimos luces de discoteca en absoluto cuando empezó el tiroteo”, le dijo Darshelle McMillan al Las Vegas Review-Journal el martes por la tarde desde la habitación de su esposo en el University Medical Center. “Solo vimos destellos blancos: disparos”.
Derek McMillan, que se retorcía de dolor desde la cama del hospital, recordó cómo se tiró al piso y el dolor punzante que siguió.
“Solo le dije a mi esposa: ‘Me dieron’”, dijo el hombre de 33 años. “Acabo de ver un montón de sangre”.
Otras tres personas resultaron heridas, entre ellas dos menores y Aaliyah Gayles, estudiante de último año de preparatoria y estrella de básquetbol de Spring Valley High School, que recibió 10 impactos en la parte inferior del cuerpo. Su padre, Dwight, publicó en redes sociales que se esperaba que la joven de 18 años se recuperara completamente.
Las otras dos víctimas sufrieron heridas que pueden sobrevivir, dijo la policía de North Las Vegas, que no ha anunciado ningún arresto, ni ha proporcionado una descripción del sospechoso o un posible motivo. El sargento Vince Booker dijo el martes que no había novedades.
Padres en la fiesta
Los disparos se produjeron alrededor de las 11:15 p.m. en una casa de la cuadra 4900 de Support Street, cerca de Lone Mountain Road y Simmons Street, según la policía.
Derek McMillan, de Highland, California, que lleva un par de años ejerciendo de DJ, fue contratado por una amiga de su esposa, que organizó la fiesta para su sobrina de 15 años y su amiga. Para garantizar un entorno seguro y limpio, dijo Darshelle McMillan, los padres supervisaron la fiesta, revisando las bolsas de los asistentes a la entrada.
El único disturbio se produjo unos 15 minutos antes del tiroteo, cuando se expulsó a un grupo de chicas no invitadas, dijo.
Darshelle McMillan, de 31 años, dijo que en los momentos previos a que empezaran a sonar los disparos, vio a los chicos mirando hacia la puerta. Luego vio una “ola” de cuerpos que se acercaban a ella. “Muchos se zambulleron”, dijo.
Derek McMillan, que había establecido una cabina de DJ en una mesa de la esquina, escuchó primero tres estallidos, dijo. Se zambulló después de ver a su esposa caer al piso. Mientras arrastraba a su esposo hacia un lugar seguro, los disparos seguían sonando.
“Eran pum, pum, pum, pum”, dijo, y explicó que, aunque no duraron más de 90 segundos, parecieron interminables.
“Pareció como si hubiera recorrido toda la casa”, añadió sobre el tirador, “dejando cuerpos en el suelo”.
Derek McMillan dijo que temía que le dispararan a su esposa, “porque no paraba”.
La policía y los médicos llegaron unos minutos después, dijo su esposa.
Su esposo perdió el conocimiento y suficiente sangre como para requerir una transfusión, dijo.
Novios desde la preparatoria
A Derek McMillan le espera una larga recuperación. Además del estrés de haber recibido un disparo, su seguro médico, con sede en California, no cubre las lesiones sufridas fuera del estado, dijo la pareja. Organizaron una campaña de GoFundMe para recaudar dinero para los crecientes costos médicos.
Los novios desde preparatoria, que han estado casados durante ocho de los 15 años que llevan juntos, no le habían dicho a sus hijos, de 10 y cinco años, que él estaba en el hospital.
“He estado muy emocional”, dijo. “Solo llorando y rezando porque nunca he pasado por algo así en mi vida”.
Darshelle McMillan recuerda haber hecho contacto visual con su esposo cuando le dijo que estaba herido.
“En medio de todo esto, mi mente se puso en acción para salvar a mi esposo”, dijo. “Pero mi pensamiento era este: ‘No puedo perder a mi esposo. Es un padre a tiempo completo. Está con los niños las 24 horas del día. Los recoge, los lleva a la escuela, los lleva a los parques, a las bibliotecas, a todo”.
