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La conexión Derek Carr-Henry Ruggs da la victoria a los Raiders

PITTSBURGH — La mirada defensiva de los Pittsburgh Steelers decidió en última instancia donde Derek Carr terminó yendo con el balón cuando los Raiders se alinearon para una tercera-y-10 desde su línea de 39 yardas en el último cuarto del domingo.

Pero dada su tenue ventaja de 16-14, los más de nueve minutos que quedaban y cómo el impulso estaba cambiando lentamente a la banda de Pittsburgh, una mentalidad y un liderazgo salieron del grupo de los Raiders.

La esencia es: Es hora de dejar esto atrás.

Por eso Carr, que se lesionó antes, no dudó en lanzar el balón lo más lejos posible mientras se preparaba para el blitz de los Steelers, y cómo Henry Ruggs, el veloz receptor al otro lado del lanzamiento, cambió inmediatamente de marcha al ver que el balón se elevaba alto y lejos en el cielo de Pittsburgh.

El resultado fue una conexión de touchdown de 61 yardas que esencialmente sentenció la victoria de los Raiders por 26-17 en Heinz Field.

Contra todo pronóstico, y mientras profundizan todo lo que pueden, los Raiders se colocan 2-0. Como demostraron las victorias sobre los Steelers y los Baltimore Ravens, finalmente tienen una defensa en la que pueden confiar y suficientes armas para aprovechar el grueso libro de jugadas del entrenador Jon Gruden.

Con los Miami Dolphins a punto de llegar el domingo al Allegiant Stadium, un ambiente diferente está empezando a surgir de estos Raiders.

“Es una cosa de actitud”, dijo el tight end Foster Moreau, quien atrapó un pase de touchdown de nueve yardas de Carr en el tercer cuarto. “Hay un aire de confianza al entrar en el campo de cada unidad que tenemos”.

Todo ello se reflejó en el largo lanzamiento de touchdown a Ruggs, la 12ª elección del draft de 2020.

Trabajando con el tiempo justo detrás de la línea ofensiva de los Raiders, devastada por lesiones, Carr tuvo fuerza de brazo más que suficiente para lanzar el balón más allá de la cobertura de los Steelers. En cuanto a Ruggs, bueno, tuvo la velocidad necesaria para dividir a dos defensores y correr con el balón hacia abajo antes de bailar en la zona de anotación para el touchdown.

“Es una de las razones por las que elegimos a Ruggs”, dijo Gruden. “No hay muchos jugadores que puedan correr tan rápido y seguir el balón”.

O, como dijo Carr: “La velocidad mata”.

Tanto es así que cambia la mentalidad de Carr. Existe el riesgo de lanzar de más a un receptor a propósito, pero Carr ha visto la velocidad de Ruggs tantas veces en el campo de prácticas que confía en que el receptor de segundo año correrá más que todos hacia el balón.

“Todavía es una decisión dudosa”, admitió Carr. “Pero puedo lanzarlo más allá de la cobertura en algunos casos, y hay una línea fina allí, pero él va y lo consigue. Es increíble”.

Una cosa pasó por la cabeza de Ruggs cuando empezó a seguir el balón.

“No lo dejes caer”, dijo. “Aparte de eso, cuando lo vi, empecé a correr. Lo lanzó hacia arriba. Tuve que ir por él. Eso es todo lo que podía pensar. Ve a por él y no lo dejes caer”.

Ruggs terminó con cinco recepciones para 113 yardas y un touchdown. Carr lanzó para 382 yardas y dos touchdowns.

Los Raiders necesitaron cada yarda dada la dificultad que tuvieron para desarrollar un juego de carrera detrás de una línea ofensiva que comenzó con dos guardias de respaldo y perdió al tackle derecho Alex Leatherwood por una lesión oblicua en la primera mitad.

De ahí los 37 lanzamientos que hizo Carr mientras repartía el balón entre Ruggs, Darren Waller (cinco recepciones, 65 yardas) Hunter Renfrow (cinco para 57), Kenyan Drake (cinco para 46), Bryan Edwards (tres para 40) y otros cuatro objetivos.

El asesino fue la larga conexión entre Carr y Ruggs justo cuando los Raiders parecían estar a punto de tambalearse. Sin embargo, en lugar de caer en los viejos hábitos, noquearon a los Steelers.

“Sin duda fue una gran jugada”, dijo Gruden. “La protección –que es una puerta giratoria que hemos tenido en el frente- en un momento crítico, y el lanzamiento de un quarterback que estaba sufriendo. Esas fueron un montón de cosas buenas”.

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