Por un año, Michelle Pepe se despertaba todos los días, recitaba el Kaddish, la oración de duelo, y besaba una foto de su padre. También sobrellevaba su sentimiento de culpa.
Por un año, Michelle Pepe se despertaba todos los días, recitaba el Kaddish, la oración de duelo, y besaba una foto de su padre. También sobrellevaba su sentimiento de culpa.