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Sueño, alimentación, ejercicio, estrés: cómo trabajar en uno puede mejorar lo demás

Actualizado May 16, 2023 - 5:18 pm

Dormir lo suficiente, alimentarse bien, hacer ejercicio y lidiar con el estrés son todos componentes de la buena salud, pero concentrarse en los cuatro a la vez mientras se maneja una agenda agitada puede parecer imposible.

La doctora Safia Debar, experta en exámenes médicos a medida de Mayo Clinic Healthcare de Londres, explica cómo prestar un poco más de atención a cualquiera de estas áreas puede mejorar las demás. “Tirando de cualquiera de estas palancas, puedes lograr un gran impacto en tu salud”, señala Debar.

Mayo es el Mes de la Concienciación sobre la Salud Mental, un buen momento para seguir las recomendaciones de la doctora, pero sus consejos son válidos en cualquier época del año.

Todo empieza en el cerebro, dice Debar. Puede estar en un estado de “reposo, reparación y relajación”, en el que, suponiendo una buena salud general, el cuerpo funciona óptimamente, o puede estar en un estado de estrés, en el que la principal preocupación del cuerpo es hacer frente a una o varias amenazas percibidas y las demás necesidades físicas quedan relegadas a un segundo lugar.

“Nuestro cerebro no distingue. La percepción de una amenaza y una amenaza real son lo mismo, así que una vez que se pulsa ese botón, se produce la misma cascada”, afirma Debar.

El estrés puede afectar al sueño, la alimentación y el ejercicio. Por ejemplo, cuando el cerebro se encuentra en un estado de estrés, piensa a corto plazo y se enfoca en sentirse mejor inmediatamente. Por eso, cuando se está estresado, es frecuente tener antojos de alimentos azucarados y grasos y no hacer el esfuerzo de hacer ejercicio: El cerebro le dice al cuerpo que necesita energía inmediata, dice Debar.

“El cerebro quiere sentirse mejor ahora mismo, así que no va a pensar en hacer ejercicio para sentirse mejor después”, dice. “Todo está entrelazado”.

Del mismo modo, dormir, comer y hacer ejercicio pueden afectar a cómo gestionamos el estrés. Las preguntas clave que hay que hacerse son:

“¿Cómo es mi sueño?” Si no es bueno, quizá sea ahí donde debas enfocar tu atención, acostándote antes o cambiando otro aspecto de tu rutina de sueño, dice Debar.

“¿Cómo funciona mi intestino?” Si tienes problemas digestivos, puede ayudarte optimizar tu nutrición, dice Debar.

“¿Cuál es mi apoyo social?” Eso puede afectar al estado de ánimo, dice.

“¿Me parece que ciertas cosas me hacen sentir estresado?”. Por ejemplo, si revisar el correo electrónico antes de acostarse o inmediatamente después de despertarse genera estrés, piensa en cómo cambiar esa parte de tu rutina para mantener la calma, dice Debar.

“¿Qué tipo de ejercicio estoy haciendo?” Si la respuesta es no es mucho, intenta encontrar formas de incorporar más movimiento a tu día, dice.

“Si ayudas a tu intestino, eso podría ser suficiente para ti, o si ayudas a la calidad de tu sueño, eso podría ser suficiente para ti”, dice Debar. “Son esos sencillos elementos fundamentales los que pueden tener un gran impacto. Sé intencional con ciertas cosas”.

Que nosotros mismos tiremos de estas palancas de la salud puede hacernos sentir empoderados, dice ella.

“No se trata de decir: ‘El médico me dijo que tengo que adelgazar, dormir y reducir el estrés’. Cuando se entienden los fundamentos de la salud, no se trata de tener poco autocontrol, dejar las cosas para más tarde o no ser disciplinado”, dice Debar. “En lugar de eso, ¿cómo tomamos lo que ya hay en tu vida y le añadimos estas prácticas?”.

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