Un pueblo ‘seco’ de Nevada pone fin a décadas de prohibición del alcohol
PIOCHE - Los comercios de la pequeña ciudad de Álamo pronto podrán vender alcohol, después de que la Comisión del Condado Lincoln revocara el martes su ley de prohibición de casi cuatro décadas de antigüedad.
Los cinco comisionados votaron unánimemente para acceder a los deseos de la junta del pueblo, que también aprobó un plan para poner fin a su ordenanza “seca” de 1985 el pasado octubre por un margen de 5-0.
El futuro del comercio era la principal preocupación de la jurisdicción no incorporada, poblada principalmente por miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuya religión frunce generalmente el ceño ante el consumo de bebidas alcohólicas.
“No tienes que comprarlo si no quieres beberlo”, dijo la comisionada Janine Woodworth.
Los dirigentes del pueblo, ubicado en la autopista U.S. 93 a unas 95 millas al norte de Las Vegas, quieren que sus principales negocios, el supermercado Great Basin Foods con su gasolinera Sinclair, sobrevivan en medio del cambiante clima económico de la zona, que incluye la venta de alcohol, dijo el presidente del concejo municipal, Vern Holaday.
“Lo hacemos para mantener la igualdad de condiciones con los negocios de fuera de la ciudad”, dijo Holaday a la comisión. “No es que vaya a haber un bar en cada esquina de la ciudad”.
Los residentes se dieron cuenta el año pasado cuando la cadena Green Valley Grocery, con sede en Las Vegas y propietaria de un pequeño mercado que ofrece alcohol a siete millas, en Ash Springs, empezó a construir allí un establecimiento más grande y adquirió una antigua parada de camiones de 3.5 hectáreas justo al otro lado de la frontera de Álamo, en la autopista U.S. 95, a la vista de Great Basin Foods, según Holaday.
A la cadena le gustaría añadir al sitio un motel, una gasolinera y otros servicios, además de otra tienda en Green Valley con venta de licores y mucho espacio de estacionamiento para los camiones que atraviesan la autopista, dijo.
El fiscal del condado, Dylan Frehner, dijo que la nueva ley “húmeda” para Álamo tendría que promulgarse y publicarse para entrar en vigor, probablemente dentro de unos 30 días.
Holaday dijo que los solicitantes de licencias de bebidas alcohólicas seguirían teniendo que pasar por el aro reglamentario, primero cumpliendo la normativa estatal y del condado sobre el alcohol y luego obteniendo permisos del condado y de la ciudad para licencias y cambios de zonificación a fin de ofrecer alcohol.
“Ahora mismo no hay nada zonificado en el pueblo para poder poner un bar”, dijo.
Como la ley del condado no permite la venta de alcohol a menos de 1,500 pies de una iglesia, escuela u otro negocio de bebidas alcohólicas, y Álamo se extiende solo una milla, los establecimientos de bebidas alcohólicas no podrían estar ubicados en las calles del pueblo, dijo.
La ciudad podría reactivar una propuesta de hace años para ampliar sus límites, lo que posiblemente le daría más espacio para nuevos negocios, dijo.
Holaday, propietario del motel Alamo Inn de la ciudad, dijo que no piensa vender alcohol allí.
