MAYOR CARGA para estudiantes
Aun cuando organizaciones a nivel nacional y el gobierno federal han promovido incansablemente la importancia de la educación superior, prepararse para un mejor futuro y de esta manera poder ofrecer una mejor vida a los suyos, para nadie es un secreto que la educación superior en los Estados Unidos es un privilegio.
Para estudiar una carrera y alcanzar un diploma sea como Associate (2 años) o Bachelor (4 años) los estudiantes o padres de familia deben prepararse para disponer de entre 30,000 y 50,000 dólares, que les permita costear la carrera profesional por cada estudiante. El análisis que se hace es el siguiente, las personas con solvencia económica, que aproximadamente es el 1 por ciento del país, pueden pagar por la educación de sus hijos sin problema. Las familias que se encuentran por debajo del nivel de pobreza, pueden acceder a programas del gobierno como FAFSA, que les garantiza el pago de la carrera profesional. La definición gubernamental de pobreza, se basa en el ingreso total obtenido al año por individuo o por familia. Por ejemplo, el nivel de pobreza en el año 2012 se basó en valores de ganancias por debajo de 23.050 dólares anuales para una familia de cuatro miembros. Mediante los impuestos reportados anualmente, la familia puede demostrar que sus ingresos no les alcanza para pagar los estudios superiores de sus hijos y pueden acceder a programas de asistencia financiera federal para estudios, como FAFSA. En el año 2011 se reportó que el porcentaje de pobreza de los Estados Unidos alcanzó el 15.1 por ciento de la población.
Pero el problema yace para las familias de clase media, que ocupan el mayor porcentaje de la población de los Estados Unidos. Aquellas familias, que no viven bajo el nivel de pobreza, no son consideradas pobres, pero tampoco ganan lo suficiente para pagar con sus ahorros por la educación de sus hijos, por lo cual ellos o los jóvenes que quieran acceder a una educación superior no tienen más opción que pedir un préstamo.
Pero el problema no termina ahí. El lunes 1 de julio, se anunció que los intereses para los préstamos estudiantiles Stafford doblaron su porcentaje de cobro por intereses. Es decir de pagar 3.4 por ciento de interés por la cantidad de dinero prestada, ahora tendrán que pagar el 6.8 por ciento de interés. Los prestamos Stafford son otorgados a aquellos estudiantes cuyo costo de educación superior sobrepasa el valor que ellos o sus padres pueden pagar, según sus ingresos anuales.
Melissa, una joven quien prefiere dejar su apellido bajo el anonimato, que actualmente asiste a clases en el College of Southern Nevada, CSN, por sus siglas en inglés, dice que aun cuando sus ingresos no son altos, se verá obligada en un futuro a hacer un préstamo para su educación superior. En entrevista con el periódico El Tiempo dijo que, no sé cómo voy a hacer, yo respondo sola por mis gastos, y hacer un préstamo de 30,000 o 40,000 dólares me aterra, porque no sé si en un año de haber terminado mis estudios voy a ganar lo suficiente para poder empezar a pagarlo. Es mucho dinero, expresó la joven.
En dado caso que el porcentaje de interés de préstamos se mantenga en 6.8 por ciento, se estima que una persona con un préstamo típico, estaría pagando mil dólares más de lo estimado, mientras dure su préstamo. Se estima que más de 7 millones de estudiantes estarán accediendo a préstamos Stafford, para subsidiar sus estudios el próximo año, el resultado será que los estudiantes más necesitados estarán pagando 7 billones de dólares extra en préstamos educativos. Esto sin contar que la deuda actual de préstamos educativos, alcanza el trillón de dólares.
Uriel, un joven que al graduarse de la escuela secundaria, decidió entrar a la fuerza laboral, mientras ahorraba un poco para pagar sus estudios ha cambiado de opinión. A sus 26 años de edad, Uriel sostuvo que llevo trabajando para mi empresa 8 años, y me he dado cuenta que lo que importa es la señoría, no el título. Yo llevo 8 años trabajando en la misma empresa, no tengo profesión y gano más que un compañero que lleva 2 años pero que tiene título profesional. Entonces, ¿para qué me voy a partir la cabeza estudiando y pagando prestamos de 40,000 dólares?, se cuestionó en una entrevista con el periódico El Tiempo.
Bajo el actual sistema de gobierno, el Congreso se encarga de fijar los porcentajes de interés de los préstamos Stafford. Hace un año, durante el verano, cuando se estaban llevando a cabo las campañas presidenciales, tanto el partido demócrata como el republicano, acordaron mantener los porcentajes de préstamos educativos en 3.4 porciento por un año más. Ese plazo ya se cumplió, y acordaron fijar los intereses de los préstamos Stafford en 6.8 porciento, es decir el doble de lo que se fijó el verano del año 2012, en dado caso que no se llegue a un consenso antes de la fecha límite los préstamos se fijarán con un 6.8 por ciento de interés.
A pesar de los intentos de llegar a un acuerdo, la Cámara de Representantes que es controlada por la mayoría del partido republicano, aprobó un proyecto el pasado mes de mayo para vincular las tasas de préstamos a costo de los préstamos del gobierno, pero el gobierno federal no estuvo de acuerdo con algunos puntos y amenazó con vetarlo. El Congreso aún puede intervenir para cambiar la tasa de interés cuando vuelva a reunirse a partir del próximo 10 de julio. De hecho, esta medida aplicaría para nuevos préstamos estudiantiles.
En dado caso que el porcentaje de interés se mantenga en 6.8 porciento, traerá un mayor peso económico en la clase media/trabajadora de los Estados Unidos. Pues se ha comprobado que incluso estudiantes de la clase media alta de la nación, se han visto en la obligación de tomar préstamos para poder alcanzar su educación superior. Adicional a esto, según estudios recientes, se ha visto un decremento general en la inversión del gobierno federal en educación superior, desde el colapso económico del año 2008. En cuanto a los gobiernos estatales, se han visto en la obligación de recortar el financiamiento a las universidades públicas en un 28 por ciento, y la matricula ha incrementado en un 27 por ciento a nivel nacional, mientras que en el mismo periodo, el ingreso de las familias de clase media ha caído en un 8 por ciento.
A esto se le suma, una fuerza laboral, que apenas se está recuperando, con pocas vacantes para principiantes, por lo cual los estudiantes recién graduados de las universidades estadounidenses que se merecen entrar a un mundo laboral lleno de oportunidades, muchos de ellos se están encontrando con décadas de incertidumbre, tratando de pagar una deuda de miles de dólares y pocas oportunidades laborales.
El Tiempo preguntó la opinión del Congresista Joe Heck (R-NV) quien dijo, para mí el problema no es que el interés suba de 3.4 a 6.8 por ciento, eso se traduce en 7 o 10 dólares mensuales adicionales, eso no es mucho. El problema es el costo de la educación superior, en eso tenemos que trabajar y lograr que las matrículas y pagos semestrales bajen. Los estudiantes se están graduando, no han empezado a generar ingresos y ya tiene que enfrentar una deuda de 40,000 o 50,000 dólares, lo cual no me parece justo, concluyó el Congresista Heck.
Por su parte, el senador Harry Reid (D-NV) pidió al congreso que mantenga bajos los intereses de los préstamos estudiantiles por un año más. El mes pasado, la obstrucción de los republicanos forzó a doblar las tasas de interés del 3.4 por ciento al 6.8 por ciento para 7 millones de estudiantes de college. Si el Congreso falla en impedir ese incremento, estos estudiantes verán $1.000 adicionales en su deuda educativa. Estas altas tasas perjudicarían particularmente a estudiantes de medios y bajos ingresos.
Por lo pronto, a los padres de familia y estudiantes no les queda otra salida que afrontar esta alza de intereses en sus préstamos de educación superior.
