Más vale prevenir que curar!

Julio ya es un hombre adulto. Tiene hijos y hasta un nieto. Aunque hoy vive sin apuros económicos en un suburbio de la Florida, nunca olvida de dónde viene. Julio es del Amazonas, en Colombia.

De hecho, ese clima húmedo y caliente surfloridano le recuerda el de su ciudad natal. La diferencia es que en su humilde casa en Leticia no tenía aire acondicionado.

También recuerda muy bien que de niño lo llamaban el cojo. Se acostumbró y de hecho no le molestaba. Desde los 6 años cuando la poliomelitis lo atacó, le dijeron que siempre tendría su pierna derecha así, afectada, débil, sin fuerza, ni músculo para sostenerse. En ese entonces él no lo tenía claro, pero con el tiempo supo que una vacuna habría marcado la diferencia entre su vida como “el cojo”, y una en la que tuviera sus extremidades en perfectas condiciones. Si lo hubieran vacunado, qué diferente sería la historia!

Como padre, ha estado siempre atento y pendiente de las vacunas de sus hijos y ni que decir ahora que es abuelo! No pierde el tiempo para recordarle a su hija que es vital que vacune a su bebé.

La historia de Julio se repite en millones de personas alrededor del mundo. Algunos, como él, sobreviven con las dolorosas huellas de enfermedades como la poliomelitis. Otros no vivieron para contarlo. Una enfermedad que hoy es perfectamente prevenible se los llevó.

Y es que aunque la ciencia y la tecnología avancen, hay cosas que se quedan. Las vacunas, por ejemplo; y precisamente ahora, en Agosto que ha sido declarado el mes Nacional de la concientización de las vacunas, es buen momento para que usted ponga al día las inmunizaciones de sus hijos.

El dinero no es pretexto. El Distrito de Salud del Sur de Nevada ofrece vacunación a bajo costo y hasta gratuita en algunas de sus ferias o eventos públicos.

Si sus hijos están en edad escolar debe saber que necesitan al menos 7 vacunas, muchas de ellas combinan en una sola inyección dos o más inmunizaciones. Otra cosa que deben saber es que los pequeños que van a entrar al Kinder deben hacerse exámenes físicos específicos con su médico o especialista de cabecera, y algunas escuelas exigen los mismos exámenes a sus alumnos de Sexto grado o a los que practican deportes de manera continua.

En el caso de los bebés el calendario de inoculaciones es amplio y debe seguirse con cuidado y rigurosidad.

No permita que la historia de Julio se repita. Los 30 segundos que seguramente se tardan en ponerle una inyección preventiva a su hijo, pueden evitarle una vida entera de dolor o tal vez la muerte.

Si tiene dudas sobre el calendario de vacunación de sus hijos por edad, no lo dude, consulte a su médico. Mientras tanto, vaya a http://www.nphic.org/niam o a http://southernnevadahealthdistrict.org para informarse mejor. Al fin de cuentas, si no lo hacemos nosotros por ellos, ¿entonces quién?

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