Incendio en California afecta el aire de Nevada

El gigantesco incendio forestal que arde en las estribaciones del Parque Nacional de Yosemite no solamente ha destruido edificios y amenazado el suministro de agua, la electricidad y las secuoyas sino que ha creado una nube flotante de humo que ha empeorado la calidad del aire a más de 160 kilómetros (100 millas) de distancia en Nevada.

El humo ocasionado por el incendio en California causó avisos de emergencia en las zonas de Reno y Carson City. Los niños permanecieron en sus casas por segunda vez en una semana, la gente acudió a los hospitales por irritación de sus ojos y garganta y las autoridades pidieron al público que evite hacer ejercicio físico fuera de sus casas.

“Está a cinco horas de distancia”, dijo la camarera de 22 años Renee Dishman tras enterarse que la fuente del humo se encuentra a más de 240 kilómetros (150 millas) de distancia. “No puedo correr. No puedo respirar. Me hace estornudar”.

El incendio, llamado Anillo de Fuego, ha destruido hasta ahora unos 760 kilómetros cuadrados (293 millas cuadradas), 111 estructuras y amenaza el suministro de agua, la generación hidroeléctrica y las secuoyas gigantes.

La mayor parte de las estructuras destruidas eran cabañas y otros edificios, pero la cifra incluye 11 casas, dijo el vocero de los bomberos de California Daniel Berlant. El miércoles 28 por la mañana, las autoridades dijeron que el incendio había sido contenido en un 23%, y los bomberos, ayudados por la elevada humedad, siguieron logrando avances durante la noche.

“Nuestros cuadrillas están tomando la delantera en este incendio”, dijo Berlant.

En Nevada, la prueba del incendio es el humo que flota en el aire. El índice de la calidad del aire superó la clasificación de “nocivo” en el este de Lake Tahoe antes de mejorar levemente. Ha oscilado entre el anterior y “muy insano” debido a la contaminación ambiental en la zona de Reno-Sparks, a unos 48 kilómetros (30 millas) al norte.

Dennis Fry, un reparador de chapa y pintura durante casi 30 años, recordó haber experimentado un humo así de espeso cuando trabajó de leñador en una explotación forestal y ayudó a sofocar incendios forestales en Oregón en la década de 1970.

“Pero nunca en Reno, no de esta manera”, agregó. “Podía verse el humo dentro de mi taller”.

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