En manos de la naturaleza

El desierto es eso, un terreno árido cuya escasa vegetación se caracteriza por su rudeza, por aguantar la hostilidad del clima, del entorno. Aunque estamos hablando de especies que, según dicen, todo lo aguantan, la verdad es que no son invencibles, y la Madre Naturaleza se ha encargado de demostrarnos no solo eso, sino que su poder y soberanía pueden ser tan nobles, como indolentes.

Durante la última semana, casi 2, esa vegetación que enmarca el valle de Las Vegas desde la Montaña Charleston, ha estado ardiendo sin control. Un rayo encendió la chispa del peor incendio forestal que se ha visto en el área. Estamos hablando de que a diario se consumen 5 mil acres nuevos de terreno con todo lo que hay en él: fauna y flora.

Los bomberos no han tenido descanso, pero tras darse cuenta de que el viento no solo no los ayuda, sino que empeora la furia de las llamas, han llegado a la conclusión de que la solución viene del problema. Mejor dicho, solo la misma Madre Naturaleza puede enviarles el alivio. Pero no es tan fácil. Precisamente somos un desierto por la carencia de agua, y ese precisamente es el elemento más necesario en este momento.

En el Valle de Las Vegas caen anualmente 4.5 pulgadas de agua lluvia al año! Al año! Con eso difícilmente se apagaría una pequeña parte del incendio que tiene a la ciudad cubierta de humo y a las autoridades preparándose para lo peor: que siga extendiéndose hasta llegar a zonas más pobladas.

Más de 500 personas han sido ya evacuadas por el fuego, a mitad de semana comenzaron a consumirse estructuras, pero lo peor podría estar por venir, según dicen los bomberos. Por eso, nos recordaron que siempre cada familia debe estar preparada para responder rápidamente ante un siniestro o un desastre natural como ese.

La preparación se basa en información. Lo primero es mantener a toda la familia al tanto de lo que está sucediendo o de lo que podría suceder. Sabemos que en nuestra área somos propensos no solo a incendios forestales, sino a inundaciones súbitas.

Cada una de esas situaciones cobra vidas y estructuras cada año y tanto los niños, como los adultos deben saber qué hacer en caso de ser sorprendidos por algo así.

Para empezar, es importante tener un plan de evacuación, un punto de encuentro en caso de que los miembros de la familia estén fuera de casa. Además, es importante tener agua, enlatados y reservas de baterías, un radio portátil y linternas cargadas. Si usted vive en una zona cercana a la montaña o en plena área de inundaciones súbitas, no deje de lado estas recomendaciones. Aún viviendo en otros lugares es importante estar informado, pero sobre todo, preparado. De tanto en tanto la naturaleza viene a recordarnos que, como sea, estamos en sus manos.

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