Ya se conocen más detalles de la huida de El Chapo Guzmán y por lo visto se trata de una fuga largamente anunciada.
Lo peor del caso es que nadie sabe y nadie supo: no hay culpables.
Parece burla: hasta La Tuta, el Z-42 y Héctor Beltrán Leyva, entre otros presos en el Altiplano, se quejaron por el ruido escandaloso de las obras del túnel del Chapo que no los dejaba dormir.
El tiempo pasa y no hay culpables. ¿Por qué? Está bien que no haya fabricaciones, pero es evidente que existen responsables directos de la evasión.
La PGR dejó libre al que era subdirector técnico del Altiplano, Librado Carmona, luego de acusarlo directamente de no cambiar de celda al Chapo y de minimizar el ruido de la excavación del túnel, al atribuirlo a obras de la Comisión Nacional del Agua.
Los argumentos de la PGR para detener a Librado Carmona se basaron en investigaciones que la llevaron a concluir que “contribuyó directamente a la evasión del Chapo Guzmán el 11 de julio pasado”.
De acuerdo con la PGR, “presumiblemente se considera que (Librado Carmona) pertenece a la organización criminal denominada Cártel de Sinaloa, máxime que si de la indagatoria se advierte que el quejoso realizó acciones y omisiones encaminadas a contribuir a la existencia de la organización delictiva, es dable concluir que al momento de ser detenido pertenecía a ella”.
Si así fueron las cosas, ¿por qué la PGR dejó ir a Librado Carmona?
La huida del Chapo se enturbia cada vez más, a medida que no hay culpables ni responsables de la fuga.
¿Cómo es posible que los propios presos en el Altiplano se quejaran del ruido de la construcción del túnel por las noches, y las autoridades del penal lo ignorasen?
En su columna de El Universal, Carlos Loret de Mola informó el jueves que las cámaras de la celda del Chapo no sólo proporcionaban imágenes, sino también sonido. Y el periodista pudo oír el esmerilado para hacer la horadación en la ducha, por donde escapó.
“Es imperdonable”, dijo el presidente, y así debe ser. Pero hasta ahora no hay nada más que una realidad vacía de culpables y responsables.
Imposible de creer es el tema de los “puntos ciegos” en la celda de Guzmán Loera, pues en la regadera hay un murete que oculta la mitad del cuerpo del presidiario. De la cintura para arriba debería verse.
¿No hicieron nada en los controles cuando vieron desaparecer al Chapo en la regadera? ¿En la noche, un baño prohibido, a deshoras?
Los custodios que acudieron a la celda media hora después del escape, vieron el hoyo en la regadera y ni se inmutaron, narra Loret, que vio la grabación.
Bueno, pues estamos ante una gran tomada de pelo en la que, hasta ahora, no hay culpables ni responsables.