“Algunos investigadores hambrientos de realidad tuvieron la audacia… de contemplar la enfermedad desde otro prisma, buscando lo que la desencadenaba en lo que no es material, en la memoria de la angustia, acercándose tanto a la mente como a la genética. Lo que describieron y las curaciones obtenidas revolucionaron el arte terapéutico y la civilización entera”. Patrick Obissier.
Desde siempre he pensado que nuestra mente, nuestras emociones y nuestro inconsciente tienen mucho que ver con la salud en general. Por años lo he dicho en televisión, en mis columnas y en mis redes.
El consultorio me hizo ver claramente que, si los científicos y los médicos no entienden esto, difícilmente la medicina podrá sanar. La medicina, en general, no sana, solo controla síntomas. Los antibióticos y los cirujanos pueden acercarse a sanar, pero lo demás es “buche y pluma no más”. Sin células madres, no nos sanamos; las dejó Dios en nuestro cuerpo para regenerar lo que se dañe.
El Dr. Álvaro Skupin y yo hemos hablado mucho sobre esto. Quizás él no crea tanto como yo en el poder de la mente, de las emociones, el amor y el inconsciente, pero sí cree firmemente en que los seres humanos deciden morirse. Y nadie los saca de esa idea hasta que lo logran. Años de trabajo en cuidados intensivos, viendo gente morir, te hace ver cosas como las que yo veía en mi consulta como psicóloga.
Cuide sus pensamientos, cuide sus palabras. Ambas son energía, y los seres humanos somos energía. La energía no se destruye, solo se transforma. Use su energía y su poder mental para lograr lo que desea.
La terapia familiar vuelve a confirmar cómo nuestros antepasados siguen hablándonos al oído desde el cielo. He tratado a familias donde se puede ver claramente cuándo comenzó el conflicto y cómo los resultados y conductas se van pasando de una generación a otra.
Si alguien no detiene esa bola de nieve que corre detrás de nosotros, seremos aplastados. También nuestros hijos y nietos repiten, una y otra vez, códigos aprendidos en la familia.
La hipnosis me acabó de abrir los ojos, pero la Programación Neurolingüística (PNL) me retó, y yo la reté. La tesis de grado para mi máster en PNL fue visualizar con detalles algo que anhelaba con fuerza. Era muy difícil, pero lo más importante es “no dudar, no darse por vencido y creer con fe que lo voy a lograr”. Mi meta era entrar en una cadena hispana para educar a todos los latinos del mundo, y lo logré.
Visualice con detalle lo que quiere. Si medita o entra en autohipnosis, mucho mejor. El mensaje llega al inconsciente más fácilmente si está concentrado y relajado. Hoy más que nunca tenemos que ir adentro, crear nuestra realidad y lograr lo que deseamos. Se puede, solo necesitamos fe y nunca dudar. Nuestra mente inconsciente no cree en la realidad y tampoco entiende la palabra “no”. El cielo es el límite.