Es curioso que López Obrador vaya a la PGR a acusar de “traición a la patria” al Presidente Peña Nieto por proponer la reforma energética, y no acuse a los legisladores que aprobaron la reforma.
Lo suyo es un acto propagandístico, impregnado de odio hacia quien lo venció en las urnas.
AMLO está de regreso con sus rencores a flor de piel, aunque en los documentos básicos de su nuevo partido diga que lo mueve el amor y aspira a la felicidad.
Pero a propósito de “traición a la patria”, recuerdo algunos comentarios que formulé en esta columna sobre el tema:
Puestos a elegir, ¿quién es el traidor? ¿el que impulsa cambios para acceder a la riqueza petrolera, o el que los bloquea?
¿El que promueve transformaciones para que los mexicanos vivan mejor, o el que quiere que al país le vaya mal para que a él le vaya bien?
Mientras peor le vaya a México, mejor para él, es la divisa de López Obrador, Quiere echar abajo las reformas porque existe el riesgo de que al país le vaya bien, y eso sería su final político y el de sus exaltados seguidores. Primero está él, la patria viene después.
Por eso está contra la reforma educativa: porque los maestros se van a evaluar. Porque las promociones se harán por méritos. Porque habrá un censo de profesores para saber cuántos son. Porque a los comisionados sindicales no les va a pagar.
Por eso está contra la reforma energética. No quiere que obtengamos la riqueza de petróleo y gas que hay en el subsuelo, ni que explotemos hidrocarburos en aguas profundas.
Si a México le va bien, adiós López Obrador. Él lo sabe.
Pregunto:
¿Por qué no extraer petróleo de aguas profundas en el Golfo de México, donde empresas de Estados Unidos sacan un millón de barriles diarios y nosotros cero?
¿Por qué no asociarse con empresas que aporten capital, tecnología, asuman riesgos geológicos, financieros y ambientales de la explotación y extracción de petróleo y gas?
El 30 por ciento del gas que consumimos es importado: ¿no seremos más soberanos produciéndolo aquí?
El sector privado produce el 36 por ciento de la energía que consumen las grandes empresas, ¿no es mejor abrir el mercado y que la pequeña y la mediana empresas tengan acceso a energía más barata?
¿Por qué los hidrocarburos se tienen que transportar obligatoriamente en camiones y no a través de tubos? Las pipas son privadas, los poliductos también lo serán… sólo que las pipas son 13 veces más caras que los poliductos.
López Obrador necesita reflectores y juega con conceptos delicados, como es el de “traición a la patria”. Corre el riesgo de que preguntemos cómo se le llama al que pone primero a su ambición política y luego a la nación.