Para la educación, el futuro es hoy

El progreso es indetenible; la expansión, inevitable. A medida que crece el entendimiento, las fronteras alzan sus tiendas y se ruedan unas cuantas yardas, metros o kilómetros más adelante. Nada es estático. Todo cambia. Lo evidencio a diario en el pulsar de dos pulgares que marcan las teclas de un teléfono móvil a una velocidad vertiginosa.