La nueva propaganda electrónica del PRD dice que en la cancha se enfrentarán dos equipos: uno que quiere vender el petróleo y otro que está por defenderlo. Este último, obviamente, es el Partido de la Revolución Democrática.
Entiendo que para ser didácticos en televisión haya que simplificar, pero no se puede ofender a la inteligencia de la población de esa manera.
Por supuesto que hay un “equipo” que quiere vender el petróleo, pero el otro también lo quiere vender. Ni modo que nos lo tomemos. La diferencia, en todo caso, está en cómo venderlo.
Tanto los perredistas como Morena, el PT y otros partidos de izquierda, están por vender el petróleo tal y como se ha venido vendiendo hasta nuestros días.
Y quienes están en favor de la reforma energética también quieren venderlo, con algunas variantes que hacen más amplio el campo de posibilidades para extraer y vender.
Su propaganda es mentira. Y a los medios de comunicación, en cambio, se les acaba de poner una legislación rigurosa para evitar –según los legisladores– que distorsionen noticias que puedan perjudicar a algún candidato o partido político.
Ellos, los partidos, tienen licencia para mentir en radio y televisión, en tiempos que no les cuestan un centavo porque el costo corre a cargo de las radios y de las televisoras que sacrifican tiempo aire para darles espacios.
La legislación que da a los partidos acceso a radio y televisión sin pagar, no tiene restricción alguna para que éstos se abstengan de mentir en tiempos que les son cedidos por empresas radiodifusoras que generan empleos y gastan dinero en ello.
El PRD miente con su propaganda del partido de futbol entre el equipo que quiere vender el petróleo y otro que lo defiende. Y no hay autoridad alguna que pueda frenar esa falsedad difundida a nivel nacional, en desmedro de la programación de radios y televisoras.
Tal anuncio del PRD simboliza el poder desmedido que tienen los partidos políticos, por sobre otros actores de la sociedad como las empresas y los ciudadanos.
Si algún comunicador dice algo que pueda perjudicar a un candidato o partido político, corre el riesgo de que multen a la estación de radio o TV, o incluso se puede llegar al extremo de cancelar la licencia.
Pero los partidos, como el PRD en este caso, pueden mentir y hay que difundirles gratuitamente sus falsedades a nivel nacional.
Todos quieren vender el petróleo. La diferencia es cómo.
El PRD y la izquierda en general quieren que se siga vendiendo a través de una empresa monopólica que lo extrae y lo lleva a los mercados nacional e internacionales.
El resto de los partidos y el gobierno están porque el petróleo se venda en la superficie (como es la postura de la izquierda), pero que también se pueda vender en el subsuelo para evitarse el gasto de explorar extraer.
Por donde se le mire, es una mentira la propaganda perredista contra la reforma energética. Apuestan a la ignorancia y se burlan de la inteligencia de los ciudadanos. Y tienen licencia para ello.
Estelas
En plena ebullición la estafa de la Línea 12 del Metro, y el exsecretario de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal con Marcelo Ebrard, el senador Mario Delgado, disfruta el Mundial en Brasil.