En medio de la avalancha de noticias sobre el juicio político del presidente Donald Trump, llamé días atrás a Allan Lichtman, el historiador político que ha pronosticado correctamente prácticamente todas las elecciones presidenciales de Estados Unidos desde 1984. Quería preguntarle cuales son sus predicciones sobre el juicio político y las elecciones de noviembre.
En 2017, Lichtman predijo acertadamente que Trump sería llevado a un juicio político. Y antes de las elecciones de 2016, fue uno de los pocos que vaticinó el triunfo de Trump cuando prácticamente todas las encuestas decían que Hillary Clinton sería electa. Algunos lo llaman “el oráculo de Washington”.
Lichtman me dijo que aún no ha hecho su predicción final para las elecciones de 2020, pero ofreció algunas pistas valiosas. Me dijo que Trump será absuelto por la mayoría republicana en el Senado –no hay mucha sorpresa en esto– pero agregó que la acusación podría perjudicarlo mucho en las elecciones de este año.
“El juicio político es algo muy importante”, me dijo. “El pueblo estadounidense decidirá si ha habido un juicio justo, y si Trump ha abusado de su poder o no”, y sus conclusiones podrían no ayudar a Trump en noviembre, agregó.
Jugando al abogado del diablo, le presenté a Lichtman el escenario opuesto. O sea, que Trump será absuelto gracias a la mayoría republicana del Senado, y que luego irá a la ofensiva y dirá: “ven, yo se los dije, he sido víctima de una cacería de brujas”.
Lichtman respondió que no cree que la mayoría de los estadounidenses compren ese argumento. Ya antes del juicio político, el 51 por ciento de los estadounidenses decía que quería que Trump fuera juzgado y destituido de su cargo, según una encuesta de CNN. Es probable que las cosas solo empeoren para Trump, señaló.
Sorprendentemente, Lichtman piensa que el buen desempeño de la economía no será suficiente para que Trump sea reelecto. Lichtman basa sus predicciones en un modelo de pronóstico de 13 factores que desarrolló, en el que un presidente en funciones gana si tiene más de seis claves negativas en su contra.
“En este momento, Trump tiene cuatro o cinco factores en contra”, como la aplastante victoria demócrata en las elecciones legislativas de 2018, dijo. “Por lo tanto, solo hace falta una clave más para derrotarlo”.
La economía es solo uno de los varios factores. Si hubiera sido el más importante, Clinton habría ganado en 2016, porque tenía una economía muy sólida, dijo Licthman.
Lo que los demócratas necesitan para ganar en noviembre es un candidato carismático, afirmó.
“La obsesión con la ideología del candidato demócrata es totalmente engañosa. No hay relación entre la ideología o los grandes temas con el resultado de las elecciones”, dijo. “Lo único que importa es si tienes un candidato demócrata inspirador, una figura carismática como John F. Kennedy o Barack Obama en su momento”.
Actualmente, Lichtman no ve ningún candidato carismático entre los aspirantes demócratas. Pero podría surgir uno durante los próximos debates, o podría haber una candidatura sorpresiva a último momento “como Michelle Obama, que podría ser carismática”, agregó.
Estoy de acuerdo con la mayoría de las opiniones de Lichtman, especialmente con su insinuación tácita de que Michelle Obama sería una candidata formidable si se decidiera a entrar en la contienda. (¡Por favor, Michelle, preséntate!)
Pero no estoy tan convencido de que el juicio político a Trump será un factor clave en las elecciones de noviembre. Por el contrario, me temo que –incluso si la mayoría de los estadounidenses coinciden en que Trump prohibió que testificaran los testigos más importantes, probablemente porque tiene algo que ocultar– todo esto pasará al olvido mucho antes de las elecciones.
Trump es un maestro de la distracción masiva, y seguramente inventará un escándalo lateral, una guerra u otra cosa para desviar la atención pública de su historial de mentiras flagrantes, abusos de poder, crueldad contra los niños inmigrantes, negativa a mostrar sus declaraciones de impuestos, negación del cambio climático, apoyo tácito a las armas semiautomáticas usadas en asesinatos masivos, y muchos otros pecados.
Sí, el juicio político es importante. Pero si los demócratas se centran demasiado en él durante los próximos meses y no hablan de todos estos temas, perderán en noviembre.