Cuando me preguntan cuáles fueron las noticias mundiales más importantes del 2015, mi respuesta es que –además del terrorismo del Estado Islámico– fueron varios acontecimientos que en algunos casos no generaron grandes titulares.
Aquí van:
En primer lugar, el recientemente firmado acuerdo climático de París, que por primera vez logró un compromiso de Estados Unidos, China y cerca de otras 200 naciones para limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero y tomar otras medidas contra el calentamiento global.
El acuerdo hizo grandes titulares en todo el mundo, pero no tanto en Estados Unidos, donde una buena parte de la población –influenciada por los candidatos presidenciales y congresistas republicanos– desechan el cambio climático como un invento izquierdista. Aunque puede que algunos países no cumplan plenamente con el acuerdo, es probable que pase a la historia como un punto de inflexión en la crisis climática global.
En segundo lugar, el colapso de los precios del petróleo, que en 2015 alcanzaron su nivel más bajo en siete años, dando lugar a pronósticos de que estamos ante “el fin del petróleo”. Un exceso de la oferta mundial de crudo, las nuevas tecnologías para producir energía verde, y el acuerdo climático de París de reducir la producción de petróleo, entre otros factores, sugieren que podríamos ver una caída aún mayor –quizás permanente– de los precios del petróleo.
El desplome de los precios del petróleo ya está causando estragos económicos en Venezuela, Rusia, Arabia Saudita y otros productores, y podría erosionar en forma permanente la influencia diplomática que han tenido estos petroestados autoritarios.
En tercer lugar, Uber –la aplicación para teléfonos inteligentes que contacta a las personas que necesitan transportarse en coche con propietarios de automóviles privados que están dispuestos a prestar ese servicio– alcanzó un valor de mercado de $50 mil millones en 2015, generando un fenómeno que muchos ya llaman la “uberización” de la economía mundial.
El valor de mercado de Uber, que no produce ni tiene automóviles, ha alcanzado casi al de General Motors, que produce alrededor de 10 millones de vehículos al año.
Y el modelo de negocios de Uber se está expandiendo rápidamente. Así como Uber está amenazando a la industria de los taxis, Airbnb –una aplicación que contacta a las personas que buscan alojamiento con quienes quieren alquilar sus viviendas– está sacudiendo la industria hotelera. Cientos de aplicaciones similares que unen a las personas y eliminan a los intermediarios están amenazando prácticamente todas las industrias.
En cuarto lugar está el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), un tratado comercial firmado por Estados Unidos, Japón, Australia, Canadá, México, Perú, Chile y otros cinco países del Pacífico. El acuerdo comercial, diseñado para aumentar el comercio y contrarrestar el poderío económico de China en la cuenca del Pacífico, representa casi el 40 por ciento de la economía mundial.
En quinto lugar, está el posible ocaso de la Unión Europea (UE) tras la avalancha de refugiados sirios y la crisis de la deuda griega. Si bien no es la primera vez que la UE, de 28 países, está en problemas, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha reconocido que la crisis de los refugiados “tiene el potencial de cambiar la Unión Europea que hemos construido”.
En sexto lugar, está la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de legalizar a nivel nacional los matrimonios del mismo sexo, en medio de una tendencia cada vez más generalizada en el mundo occidental de legalizar el matrimonio gay.
Más de una docena de países, incluyendo Argentina, Brasil, Canadá, Francia, Sudáfrica, España y Suecia, ya permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, y lo más probable es que varios otros sigan sus pasos. Pero, al mismo tiempo, esta tendencia está creando un creciente choque cultural con los países fundamentalistas islámicos, que la ven como un supuesto síntoma de la decadencia moral de Occidente, y están aumentando su represión hacia los homosexuales.
Hubo otros acontecimientos trascendentes en 2015, incluyendo el primer aumento de las tasas de interes de la Reserva Federal de Estados Unidos en siete años. Pero creo que la amenaza global del terrorismo del Estado Islámico, el colapso del petróleo y la uberización de la economía son los que más impactarán la agenda global en 2016.