Horcasitas descobija a Ebrard
marzo 13, 2015 - 3:49 pm
La carta de Enrique Horcasitas, exdirector del Proyecto Metro, a la Cámara de Diputados, es un deslinde de la adquisición de los trenes de la Línea 12, que no sirven para las vías que se construyeron.
Lo anterior implica que el director del proyecto no dio la orden para adjudicar de manera directa a la empresa CAF el arrendamiento de los trenes de la malhadada Línea 12 en 18 mil millones de pesos.
Sólo una persona pudo haber dado esa instrucción, por encima del director del proyecto: Marcelo Ebrard Casaubón.
Seguramente en los próximos días el que fuera director del Proyecto Metro, responsable de la Línea 12, podría ser puesto a disposición de un juez por haber otorgado contratos y licencias sin tener autorización para ello.
La acusación que le finca la Procuraduría del DF a Horcasitas es por el equivalente a cinco millones de dólares, unos 75 millones de pesos.
Esa acusación lo llevará a ser enjuiciado penalmente en las siguientes semanas, pero al mandar esa carta a los diputados con el objetivo de defender su nombre, Horcasitas ha enviado un mensaje de que va a luchar por su honorabilidad.
Va a tener que decir quién dio la instrucción de adquirir esos trenes que tienen características distintas a la de un Metro, y hacen inservible la costosísima Línea 12.
Dice en la carta a los diputados el director del Proyecto Metro, que el tipo de tren “no tiene una configuración adecuada para operar la Línea con costos de mantenimiento usuales y aceptables”.
Eso nos lo afirma el mismísimo director del Proyecto Metro, Enrique Horcasitas. Lo dice él: los trenes que se adquirieron no sirven para operar la Línea 12.
Entonces, ¿por qué se arrendaron esos 30 trenes en 18 mil millones de pesos, sin concurso?
Lo que está diciendo el director del Proyecto Metro es un deslinde de esa adquisición y un señalamiento de que él no intervino en la decisión esencial para la nueva línea.
Horcasitas está a un paso de ser enjuiciado y dice que él no adquirió esos trenes que, expresa, no sirven para la Línea 12.
La pregunta que deberá hacerle la PGJDF es cuál fue la autoridad superior a él que ordenó la renta de esos trenes en 18 mil millones de pesos adjudicados sin concurso.
Agrega en su carta el exdirector del Proyecto Metro: “las modificaciones propuestas por Systra pueden mejorar la inscripción en las curvas, pero de todas maneras el tren no cumple con el diseño de la vía para la Línea 12”.
Horcasitas dice que la Línea 12 no tiene remedio.
En el momento en que Enrique Horcasitas enseñe un documento, una carta o una minuta en que muestre que advirtió que esos trenes eran incompatibles con las vías de la Línea 12, el responsable del desastre tendrá nombre y apellidos.
En caso de que, a pesar de saber que los trenes eran incompatibles con las vías, se quedó callado y no advirtió de ello a su superior Marcelo Ebrard, que fue quien lo contrató, entonces Horcasitas y su equipo pagarán solos por ese atraco que fue la Línea 12 del Metro, una obra superior a los 45 mil millones de pesos.
Su silencio salvará a los responsables de la peor estafa con una obra pública en México.