Los amigos y defensores de Marcelo Ebrard lograron politizar el problema de la Línea 12, que es eminentemente técnico: los trenes, adjudicados sin licitación, no sirven para las vías, y el trazo de la vía está mal hecho.
El desastre de una obra urbana de esa magnitud, en cualquier lugar del mundo trae consecuencias. Y aquí trae como consecuencia que a Ebrard lo hagan diputado plurinominal.
Nuestros políticos tienen al país de cabeza: cuando se señala la responsabilidad del exjefe de Gobierno en el fracaso de la Línea 12, le llueven invitaciones para hacerlo candidato.
PRD-PAN y PRI llegaron a un acuerdo para exonerar a Ebrard, sin pedirle cuentas.
Y así queremos un país mejor, mejores gobernantes y mejor clase política.
Una persona que no supervisó el gasto de 47 mil millones de pesos que estuvieron mal empleados, no puede ir alegremente tras una candidatura a diputado y alegar persecución política.
No se trata de echarle encima el Código Penal, pero sí que explique por qué hizo lo que hizo.
No puede ser que la Línea 12 haya tenido un costo superior al tren bala México-Querétaro, que no funcione, y que el responsable final del desastre acuse a Los Pinos de hostigarlo y con eso arregle todo.
La nota publicada el jueves por la reportera Nallely Ortigoza de EL FINANCIERO, explica que la Línea 12 costó, en su obra civil, 22 mil 67 millones de pesos, pero adicionalmente se tendrán que pagar mil 588 millones de dólares por los trenes, lo que equivale 25 mil 893 millones de pesos.
El total de la inversión, entonces, es de 47 mil 906 millones de pesos. A ello deben sumarse los 70 millones empleados en la detección de fallas, 188 millones de pesos al consorcio verificador, más lo que se paga a la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) para dar servicio a los usuarios varados, más todo lo que haya que pagar para rehacer lo que se hizo mal.
¿Cómo es posible que se alegue motivos políticos, ante tal desastre?
¿Por qué el PRD premia a Ebrard con una diputación plurinominal? Y detrás del PRD hacen fila Morena y Movimiento Ciudadano para llevarse a Ebrard como candidato.
La Línea 12 del Metro hubo que pararla porque ahí iba a ocurrir un accidente. ¿Qué explicación se hubiera dado de una tragedia así?
Lo que estamos viendo es un espectáculo único en el mundo, donde la izquierda sale a acusar a los investigadores, con el fin de ocultar una falla de 47 mil millones de pesos.
Hay presunción de dolo, dice la comisión de la Cámara de Diputados, y no hay evidencia más fuerte que haber pagado una cifra tan alta por una obra que no funciona.
López Obrador ha salido en auxilio de Marcelo Ebrard, al señalar que todo es una maniobra de Los Pinos. Ahí no importa el mega conflicto de interés del director del Proyecto Metro con su hermano el vicepresidente de la empresa constructora.
Politizaron el caso y la libraron. Ahí está la obra, parada, porque las vías no sirven para esos trenes que se adquirieron sin concurso público, y aunque se cambien los trenes, el Metro no va a servir porque el trazo de las vías estuvo mal hecho.
El responsable de todo será diputado plurinominal.