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El 2021 fue un año récord en el número de bancarrotas registradas. Con un porcentaje alto de la población de Las Vegas sin empleo durante la pandemia y algunos sin un buen empleo por ahora, muchos tendrán que considerar si una bancarrota es la solución para ellos.
Hay dos tipos de bancarrota que un individuo puede utilizar. La bancarrota Capítulo 7 y la Capítulo 13, nombrados por el Capítulo del código de bancarrota del cual provienen. Son muy diferentes y ayudan a la persona en diferentes maneras.
La más común es la bancarrota Capítulo 7. Esta bancarrota elimina o borra toda o casi toda la deuda del aplicante. Deudas de hospital, cargos médicos, tarjetas de crédito, embargos de casa y reposesión de carros, préstamos personales y de día de pago, etc., todas pueden ser eliminadas. No hay que pagar estas deudas, son borradas completamente. La persona puede quedarse con su casa y carro, si están los pagos al día. También puede quedarse con la mayoría de posesiones, con algunas excepciones.
La bancarrota Capítulo 13, es diferente y un poco más complicada. En esta bancarrota se hace un plan de pagos, de hasta cinco años. La deuda que no se logra pagar es eliminada. Esta bancarrota es necesaria para quienes ganan demasiado para calificar para la bancarrota Capítulo 7, o para quienes están atrasados en los pagos de su casa o carro, y desean mantener estas posesiones.
Con la bancarrota Capítulo 13 también se puede eliminar la mayoría de las deudas y al mismo tiempo salvar su casa y carro. También, en algunos casos es posible bajar la deuda de su casa y la deuda de otras propiedades, además de la deuda de su carro.
Si la situación actual ha hecho imposible que usted cumpla con sus pagos de deudas o si está en peligro de perder su casa o carro, es importante que se asesore lo más pronto posible. Mientras más temprano tome acción, más rápido podrá poner su vida financiera en orden.
Algunos tratan de permanecer a flote haciendo los pagos mínimos de sus cuentas y deudas. Esto puede ser por meses o hasta por años. Pero esto suele ser dinero desperdiciado, ya que al declararse bancarrota no se recupera este dinero. No hay una regla que aplique a todos, pero por lo general, si usted ha pagado sus deudas por 12 a 18 meses y no la ha podido reducir significativamente, usted es candidato para una bancarrota.
Una bancarrota no es el fin del mundo. Para muchos es un nuevo comienzo financiero. El cual les permite empezar de nuevo sin el estrés y ansiedad causados por deudas impagables y cobradores sin piedad. Se espera que millones de familias se amparen bajo la protección de bancarrota este año. Si está es su situación, busque la ayuda de un abogado con experiencia lo antes posible.