El racismo institucionalizado, intencional o no, ha afectado cada generación de estudiantes y continuará haciéndolo hasta que los líderes tengan el coraje de identificarlo e interrumpirlo, expresó Valeria Silva, la Superintendente del Distrito Escolar de Saint Paul, (Minnesota) durante The Leadership Summit realizada el pasado 7 de febrero en la cuidad de Reno, Nevada.
Valeria es la única latina en los Estados Unidos al frente de una superintendencia escolar situada en un ámbito urbano de gran tamaño y es la líder responsable de iniciar en el 2011 una campaña para cerrar la brecha académica en su distrito, que está compuesto por cuarenta mil estudiantes. Los resultados de sus esfuerzos son impresionantes, revolucionarios y sin precedentes. Bajo la batuta de Valeria, Saint Paul ha sido capaz de elevar la tasa de graduación de sus estudiantes de color, de un 34% a cerca de un 70%.
De la misma manera, ha conseguido que los estudiantes cuyo primer idioma no es el inglés, conocidos como English Language Learners o ELL, superen la barrera impuesta por el idioma y para lograrlo la superintendente ha reeducado a su gabinete, reinventado cómo se imparte la docencia en los salones de clases y ha creado una atmósfera en la cual se preservan los valores culturales de los constituyentes, refugiados políticos en su mayoría provenienes del África, Asia y Latinoamérica. A esta altura, usted se preguntará: ¿qué es el racismo institucionalizado? Por definición, “es el término que describe los patrones sociales que imponen la opresión y/o condiciones negativas en contra de ciertos grupos basado en la raza o etnia de los mismos.” (Civiliberty.com) En otras palabras, es la razón detrás del comentario que Mercedes recibió de su consejero escolar: “Mira, la mayoría de chicas mexicanas de tu edad se embarazan antes de terminar la preparatoria.
No te partas mucho la cabeza pensando cómo llegarás a la universidad, que las estadísticas no se equivocan.” Y es también la razón por la cual los jóvenes de raza negra son el blanco de más acciones disciplinarias en las escuelas que el resto del estudiantado.
Estas acciones, en muchos casos expulsiones y suspensiones, son un fenómeno tan común que se les ha dado el nombre de “la desproporcionalidad,” que es, a su vez, el resultado de un sistema de creencias alimentado de estereotipos y de miedos. Un sistema que ha castigado con mayor severidad a nuestros niños de color y que ha sepultado bajo el peso de pobrísimas expectativas las aspiraciones de chicas como Mercedes.
La sociedad que se aferra a tal sistema de creencias debe cuestionarse el alma y debe empezar a entender que vivimos en un mundo post-racial y, en consecuencia, el mito de una cultura dominada por los blancos es cosa del pasado.
Ese es el lema y la visión de Valeria Silva y, aquí entre nos, debería convertirse en la norma principal del Distrito Escolar del Condado Clark y en nuestra sociedad. El día que logremos esto, habremos alcanzado la equidad racial.