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Violentos disturbios tras la decisión del gran jurado en el caso de Michael Brown.

Vehículos incendiados, destrozos en ventanas y patrullas, saqueos y disparos. Manifestantes en Ferguson y otras ciudades de Missouri tomaron las calles del Estado con violentas protestas a pesar del expreso pedido de los propios padres de Michael Brown, el joven asesinado en agosto de 2014 y por cuyo crimen el policía que le disparó no será enjuiciado.

La violencia estalló en Ferguson luego de que se conociera la decisión de un gran jurado de no enviar a juicio a Darren Wilson, el oficial de policía que mató al joven afroamericano en Ferguson el 9 de agosto.

Este martes por la mañana, las autoridades policiales de St. Louis confirmaron el arresto de 29 personas tras lo que calificaron como “los peores disturbios” desde que comenzaron las protestas en agosto. “No tuvimos ninguna pérdida de vidas pero estoy decepcionado de la forma en que se tornó esta noche”, dijo Jon Belmar, jefe del Departamento de Policía de St. Louis.

Policías fuertemente armados lanzaron gas pimienta y frascos de humo para dispersar a las multitudes de manifestantes que incendiaron vehículos y al menos seis construcciones en la avenida West Florissant de Ferguson y sus alrededores, epicentro de las protestas desde la muerte de Brown.

“No ha quedado nada” entre las avenidas de Florissant oeste y Solway con la carretera Chambers. Estoy francamente desolado”, añadió Berlmar al describir el escenario de las protestas.

Belmar explicó que él y el capitán de la Patrulla de Policía estatal Ron Johnson tuvieron suerte no de ser alcanzados, dada la intensidad de los disparos en algunos de los lugares que visitaron durante la noche.

Belmar quien dijo haber escuchado más de 150 disparos durante la madrugada, señaló que agentes incautaron una pistola automática de 0.45mm. También admitió que los oficiales evitaron situarse en los bloqueos de carreteras por la intensidad de los disparos.

Dos coches-patrulla fueron incendiados, según el recuento provisional de daños realizado por el diario local St. Louis Post-Dispatch, que añade que además de varios negocios quemados, al menos doce coches de un concesionario fueron incendiados.

Sobre las 02:00 de la madrugada cinco autobuses con reservistas de la Guardia Nacional llegaron al lugar donde los enfrentamientos eran más intensos.

Más tarde, la Policía Local informó a través de su cuenta en Twitter de que la avenida principal había sido reabierta al tráfico. También expresó su decepción por los disturbios.

En tanto, el gobernador Jay Nixon ordenó el envío de más elementos de Guardia Nacional a Missouri para garantizar la seguridad en el Departamento de Policía de Ferguson.

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Las manifestaciones se extienden a otras partes del país

Bob McCulloch, fiscal del condado de St. Louis, anunció la decisión. El jurado investigador integrado por nueve personas blancas y tres negras se reunió semanalmente desde el 20 de agosto para sopesar la evidencia. El panel trabajó 70 horas y escuchó a 60 testigos antes de pronunciarse.

Aunque dijo que “los miembros del jurado pusieron sus corazones y alma en este proceso”, no pudo evitar el dolor que causó en la familia Brown y la furia entre las miles de personas que estaban en las calles de Ferguson, St. Louis y otras ciudades de Missouri.

Mientras McCulloch leía su comunicado, una multitud se reunió alrededor de un automóvil donde estaban escuchando el mensaje en un radio. Cuando la decisión fue anunciada, la madre de Brown, Lesley McSpadden, quien estaba sentada en el techo del vehículo, rompió en llanto y comenzó a gritar antes de ser retirada del lugar rápidamente por gente que la apoya.

La multitud estalló en rabia, dirigiéndose hacia una barricada donde policías con equipo antimotines permanecían inmóviles. La muchedumbre empujó la barricada y comenzó a lanzar objetos a los agentes, incluido un megáfono. La Policía se mantuvo en su posición y evitó, en un primer momento, responder a la violencia de los manifestantes.

No fue en el único lugar donde hubo manifestaciones. Las protestas se esparcieron por otras ciudades del país como Nueva York, Chicago Los Ángeles, Oakland y hasta frente a la Casa Blanca, en Washington, donde más de 300 personas exigieron “Justicia” por el joven, a pesar del llamado a la calma del propio presidente Barack Obama, del fiscal McCulloch, del gobernador de Missouri, Jay Nixon, y de hasta la misma familia de Michael Brown.

“Si bien entendemos que muchos otros comparten nuestro dolor, les pedimos que canalicen su frustración de manera que genere un cambio positivo. Tenemos que trabajar juntos para arreglar el sistema que permitió que esto sucediera”, había pedido la familia Brown. No la escucharon.

El inicio de los disturbios

Uno de los primeros lugares en ser atacados fue la licorería Ferguson Market &Liquor, la misma en la que Michael Brown fue acusado de haber robado cigarrillos antes de se abatido por Darren Brown, el oficial que terminó matando al joven afroamericano.

Allí y en otros barrios de Ferguson, los manifestantes arrojaron piedras, ladrillos y botellas contra oficiales de policía que custodiaban puntos clave de la ciudad. Una pizzería sufrió serios destrozos y varias patrullas de la Policía acabaron con sus ventanas y parabrisas hechos añicos. También fueron incendiados varios vehículos, lo que obligó a los bomberos a intervenir.

La Policía terminó respondiendo con gases lacrimógenos y bombas de humo con los que intentaron dispersar a los manifestantes.

El área de Ferguson, en St. Louis, está bajo máxima alerta, con el FBI y la Guardia Nacional preparados para intervenir si las protestas se vuelven todavía más violentas. El recuerdo de las brutales manifestaciones durante los meses pasados está aún demasiado fresco y las autoridades quieren evitar a toda costa que se repitan.

Obama pidió calma

La familia del joven expresó “su profunda decepción” tras conocer el fallo pero pidió a los manifestantes que eviten los altercados: “Responder a la violencia con violencia no es la respuesta”, señalaron en un comunicado.

El presidente Obama recordó el deseo de los familiares del joven en un sorpresivo discurso desde la Casa Blanca en el que llamó a la calma y pidió “contención” a los manifestantes y mesura a los agentes.

“En los próximos días -los agentes- tendrán que trabajar con la comunidad, no contra la comunidad, y distinguir al reducido núcleo de personas que quizás usen la decisión del gran jurado como una excusa para la violencia”, dijo Obama en su discurso.

La indignación se ha desatado tras conocer que Darren Wilson seguirá libre y sin cargos en su contra luego de que un gran jurado concluyera que no hay pruebas suficientes para imputarlo por el homicidio del joven afroamericano, cuyo caso ha desempolvado viejas y profundas tensiones raciales, sobre todo en Missouri.

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