Diecinueve víctimas del cura pederasta mexicano Eduardo Córdova, suspendido por el Vaticano y actualmente en paradero desconocido, presentaron una denuncia contra él y contra la arquidiócesis en la que trabajaba.
Martín Faz, portavoz de la Iniciativa Ciudadana que apoya a las víctimas, informó en un comunicado de la presentación de la querella ante la Subprocuraduría Especializada para la Atención de Delitos Sexuales de San Luis Potosí (centro de México) el pasado viernes.
La denuncia contra el sacerdote es por “abuso sexual calificado, corrupción de menores y privación ilegal de la libertad” mientras que a la arquidiócesis se la acusa de “encubrimiento” de tales delitos ya que, según cartas de los afectados a las que ha tenido acceso The Associated Press, el arzobispado conocía tales abusos desde 2004.
El portavoz designado por la arquidiócesis para este tema, Armando Martínez, presidente del Colegio de Abogados Católicos de México, reconoció el sábado a la AP la autenticidad de tales cartas pero indicó que en 2008 se hizo un proceso canónico al padre Córdova y el Vaticano determinó que “no había pruebas suficientes” para condenarlo.
Lo único que hizo la Iglesia fue sacarlo de la parroquia donde se originaron las denuncias.
Martínez celebró que la denuncia penal esté en marcha y se limitó a añadir que tanto el arzobispo actual como los dos arzobispos eméritos de la arquidiócesis están a disposición de lo que las autoridades puedan necesitar.
Lleva 30 años abusando de niños
La del viernes es la primera denuncia penal contra Córdova, aunque en abril el Vaticano le suspendió de sus licencias ministeriales y le dio de baja en la Iglesia al considerar probado que abusó sexualmente de un menor de 16 años en 2012.
Esta decisión hizo que en mayo la arquidiócesis informara a la fiscalía estatal de los hechos pero esa denuncia no ha sido ratificada hasta el momento aunque la procuraduría ha pedido al arzobispado que lo haga y que ofrezca toda la información disponible, informó el sábado a la AP su portavoz, Graciela Castañón.
Sin embargo, para la organización de víctimas que la Iglesia hable de un solo caso es minimizar el tema.
“Córdova lleva 30 años abusando de niños y jóvenes, en todas las instituciones en las que ha trabajado, y calculamos que puede haber un centenar de víctimas”, dijo hace unos días a la AP el ex sacerdote Alberto Athié, líder de la Iniciativa Ciudadana en apoyo a los afectados.
Los 19 casos de la denuncia del viernes son abusos cometidos hace más de una década cuando Córdova era párroco en la colonia El Paseo.