Mucha gente, entre la comunidad latina, celebra el Día de Reyes, cada 6 de enero.
El festejo se realiza mediante la entrega de juguetes y dulces para los niños de la casa, quienes colocan una “cartita” con peticiones para Melchor, Gaspar y Baltazar, quienes dejan los regalos a los infantes, de acuerdo al buen comportamiento que hallan observado durante el año. Así se ha mantenido vigente una tradición que tiene su origen con el nacimiento de Jesús.
De esta manera, el sábado 4 de enero de 2020, una estación de radio en español y diversos patrocinadores llevaron a cabo un evento para recrear la llegada de los Santos Reyes a The Boulevard, un centro comercial que se localiza en el cruce de las Avenidas Maryland Parway y Desert Inn.
Cientos de niños acompañados de sus respectivas familias, desfrutaron de las amenidades y regalos que les entregaron los Reyes Magos en un horario de 9 de la mañana a una de la tarde.
Para las familias que asistieron como, las señoras Guille y Ana el evento fue gratificante, “trajimos a los niños para que recibieran un regalo, estamos desde muy temprano, mis hijos son nacidos aquí (Estados Unidos) y solo conocen a Santa Claus, pero queremos que conozcan a los Reyes Magos”, manifestaron.
“En México cuando era niño, no tenía tanta suerte, los Reyes me traían lo que se podía, pero siempre me dejaban un detalle, galletas o dulces y algún regalito”, comentó por su parte Marisel, quien llevó a sus dos hijos al evento, uno de ellos, Brandon, se ganó una hermosa bicicleta.
El locutor de radio, Ahui González, mencionó que es muy importante mantener la tradición, los Reyes Magos, es de las más grandes celebraciones en grande por prácticamente todo Iberoamérica, “es la epifanía, la llegada de los Reyes al nacimiento del niño Jesús, con sus regalos, representa el gusto por el tan esperado mesías”.
“Celebraciones como la de los Reyes Magos, da identidad a nuestra gente, a la comunidad hispana y los que son México-americanos, hay que preservar estas tradiciones que nos trajimos a este país y preservarlas, no hay que perder la identidad”, acotó González, quien personificó junto a Omarciño y El Barón Ortíz a Melchor, Gaspar y Baltazar.
“Esto representa para los niños ilusión y esperanza, para los mayores es un acto de fe, un rey de cada continente llegó al portal de Belén”, señaló González al tomarse fotos con los niños, lo que le inspiró mucho respeto y tomarse en serio su personaje para ese día y dar regalos a los niños.
El Tiempo publicó, con ese motivo en enero de 2017 y anteriormente en 2015 que “la venida de los Reyes Magos se celebra la víspera del 6 de enero y, a diferencia de Santa Claus que también obsequia regalos a los niños, los primeros están acompañados de una larga tradición y que además tiene otra costumbre: la Rosca de Reyes”.
La rosca sugiere una corona real con ornamentos que simbolizan las joyas de la misma y que en su interior se encuentra un muñequito que representa al niño Jesús. Cada uno de sus componentes tiene un significado: el higo representa la posteridad, el dátil la alegría, el durazno la cordialidad, la pera la fertilidad, la manzana la amistad y la cereza la paz.
La forma ovalada de la rosca simboliza el amor de Dios, que no tiene principio ni fin; las frutas cristalizadas representan la gracia traída por Jesucristo, aunque otros más señalan que son las joyas de los reyes que significan amor, paz y felicidad, o las distracciones del mundo que impiden al hombre acercarse a Dios. El haba se cambió por la figura del niño Jesús, la que con anterioridad estaba elaborada de porcelana y ahora es de plástico para resistir el calor, y el que ésta permanezca escondida al interior del pan simboliza cuando María y José escondieron a Jesús del rey Herodes, quien ordenó matar a todos los niños pequeños cuando supo que había nacido el “Rey de Reyes”; el cuchillo, entonces, representa el peligro de muerte al que estaba expuesto Jesús.
Esta práctica gastronómica está fuertemente arraigada en México y tiene lugar como motivo para extender la celebración por la llegada de los santos reyes quienes dejan regalos a los niños en los hogares de todo el mundo. Cada 6 de enero la familia se reúne para compartir este pan acompañado de una bebida espumosa como el chocolate, el atole o un café.
La tradición dicta que quien encuentre entre el pan la figura del niño se convierte en el “padrino”, y deberá vestirlo para presentarlo en la iglesia el 2 de febrero, Día de la Candelaria o de la presentación del niño Jesús al Templo. Además de ofrecer tamales y champurrado para celebrar el acontecimiento. Otras variantes en la figura del niño Jesús es colocar un anillo entre la pieza de pan que significa el matrimonio próximo de quien lo encuentre, o un dedal, que augura al portador una larga soltería.