StefAn Strawder tenía 18 años y en el instituto Lehigh Senior, en el sur de Florida, donde hacía su último curso previo al ingreso a la universidad, era reconocido como una promesa del baloncesto. De hecho, su anhelo era entrar al equipo de Primera División.
Strawder fue uno de los dos chichos asesinados la madrugada de este lunes cuando finalizaba una fiesta de adolescentes en el Club Blu, en Fort Myers, donde se desató un tiroteo masivo en el que resultaron otras heridas 16 personas.
Stephanie White, madre del muchacho, dijo que su hijo murió en el hospital general del condado Lee a las 3:30 am ET, según reporta USa Today.
El joven recibió un proyectil en el hombro derecho mientras caminaba hacia el estacionamiento frente a la discoteca para tomar su automóvil y regresar a casa, según el relato de la señora White.
La madre del joven asesinado dijo que Strawder logró empujar a su primo para ponerlo fuera del alcance de las balas, en el momento en que recibió el tiro.
La hermana de Strawder, Sharrelle, de 19 años, sufrió una leve herida de bala a la pierna, dijo su madre.
¿Por qué él? La gente lo invitaba a su casa, como lo amaba, dijo ma madre del chico a USA Today.
Strawder fue pieza fundamental de la ofensiva del equipo de baloncesto de Lehigh, donde exhibía los mejores indicadores de eficiencia. Fue miembro del equipo de la Florida Futuro Elite 17U, con el que compitió en el Campeonato Nacional AAU Escaparate en Orlando durante el fin de semana.
El muchacho regresó del torneo el sábado y fue a la escuela, donde tomó fotografías del equipo para la próxima temporada. El domingo por la mañana acompañó a su madre a un servicio en la iglesia baptista y regresó para la cena junto con la familia en casa de unos tíos. Antes de marcharse a la discoteca, Strawder abrazó a todos sus familiares y su madre le dijo que lo amaba.
Había personal de seguridad
La otra persona que murió en la balacera fue un chico de 14 años, al que la policía identificó como Sean Archilles.
Ambos eran afroestadounidenses como la mayor parte de los participantes en la fiesta.
El tiroteo en el Club Blu, que contaba con personal de seguridad dentro y fuera para proteger a los asistentes a una fiesta especial para un público de 12 a 17 años, estalló cuando el festejo había terminado y había padres que acudieron a buscar a sus hijos.
La policía de la ciudad, situada en la costa oeste de Florida, descartó la posibilidad de que se trate de un acto de terrorismo, pero no informó hasta ahora de los móviles de este hecho de violencia ni tampoco de cuántas personas dispararon.
Algunos testigos dijeron a los canales de televisión que vieron a un hombre con un arma semiautomática disparar de manera indiscriminada en el estacionamiento de la discoteca.
Hasta ahora hay tres sospechosos en custodia, pero la policía busca a otros individuos en relación con un hecho que tiñó de sangre los alrededores del Club Blu al finalizar una fiesta juvenil, dijo Dennis Eads, jefe provisional de la policía local.
Eads habló durante una rueda de prensa en la que también intervino el gobernador de Florida, Rick Scott, y la fiscal general del estado, Pam Bondi, además de otras autoridades.
La policía ha pedido colaboración a la ciudadanía para aclarar este nuevo incidente con armas de fuego en una discoteca de Florida, estado que aun recuerda la matanza en el local gay Pulse, en Orlando, donde un joven de 29 años y origen afgano fuertemente armado mató a casi 50 personas a mediados de junio.