Estamos en pleno otoño. Ya los niños se han adaptado a su nueva rutina escolar, las temperaturas van bajando, las horas de sol se acortan, y comenzamos a prepararnos para la temporada de fiestas, que muy pronto llegarán. Pero otoño también es la temporada de catarros y gripe, con su sinfonía de estornudos, ataques de tos y sopladas de nariz.
Eso, sin embargo, no quiere decir que nos tengamos que resignar a soportar uno que otro resfriado antes de la primavera. La realidad es que evadir la influenza no solo es posible, sino que debe ser una prioridad importante para todos.
Muchas personas piensan que la influenza, conocida también como la gripe, es simplemente un catarro fuerte. Pero eso no es cierto. La influenza es una infección viral distinta, mucho más severa que el catarro común, que puede tener consecuencias muy serias: podría obligar a la persona enferma a no ir a la escuela o el trabajo por un tiempo considerable, resultar en complicaciones que requieren hospitalización, y hasta llegar a ser fatal. Históricamente, la influenza causa entre 3,000 y 49,000 muertes en los Estados Unidos cada año. Generalmente la enfermedad es más peligrosa para los bebés y los niños pequeños, las personas de la tercera edad, y las personas de cualquier edad con ciertas condiciones crónicas (como por ejemplo, el asma o la diabetes).
Por suerte, hoy día contamos con una defensa excelente contra la influenza: la vacuna que previene esa enfermedad. Aunque la vacuna de la influenza no previene el 100% de los casos, sí reduce drásticamente la probabilidad de que uno se enferme, además de reducir su intensidad si uno se contagia. Tomando en cuenta los riesgos asociados con la gripe, es sumamente importante que todos nos vacunemos contra este contagioso virus todos los años. Y tiene que ser cada año, porque los virus particulares que causan estas infecciones cambian rápidamente. Además, es mejor vacunarse temprano en la temporada, porque al cuerpo le toma varias semanas desarrollar los anticuerpos necesarios para proteger contra el contagio.
Afortunadamente, gracias a la Ley de Cuidado de Salud Asequible, si tienes seguro puedes recibir la vacuna sin costo adicional. Si no tienes seguro, puedes acudir a tu centro de salud comunitario, o llamar a tu Departamento de Salud local, para encontrar programas de vacunación gratis. De igual forma, muchas farmacias están ofreciendo la vacuna a precios muy módicos y durante horarios extendidos.
Aprovecha la oportunidad de protegerte y de proteger a tu familia de una enfermedad prevenible que podría ser muy seria. ¡Vacúnate ya!
Sinsi Hernández-Cancio, abogada, analista de políticas de salud, y mamá, tiene casi 20 años de experiencia luchando a favor de la igualdad de los derechos para las mujeres y las familias hispanas, y actualmente es la Directora de Equidad en Salud de Families USA, una organización sin fines de lucro no partidista que aboga por mejorar el acceso a cuidado de la salud de alta calidad para todos.
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Para obtener más información, visita www.cuidadodesalud.gov, o llame al 1-800-318-2596, y para encontrar a un ayudante autorizado para proveer asistencia individual en persona cerca de ti, visita ayudalocal.cuidadodesalud.gov.