WASHINGTON — La ex embajadora de Ucrania, Marie Yovanovitch, abrió el viernes el segundo día de las audiencias de destitución contra Trump, dando detalles escalofriantes sobre cómo se sintió ella como una “gran amenaza” después de ser expulsada repentinamente de su puesto y enterarse de que el presidente Donald Trump la denominó personalmente como “malas noticias” en su llamada telefónica de julio con el presidente ucraniano.
Yovanovitch le reportó al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes sobre una campaña de difamación que el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, y otros, entre ellos el hijo del presidente, Donald Trump Jr., fabricaron en su contra.
Cuando Yovanovitch testificó en el Capitolio, el presidente la atacó de nuevo desde la Casa Blanca.
Momentos después de que el secretario de prensa de Trump informara que el mandatario no sintonizaría la audiencia, fue tras Yovanovitch mientras ella hablaba, declarando que en todas partes donde ella servía “se tornaba malo”. Agregó que como presidente tenía el “derecho absoluto” de nombrar a sus propios embajadores.
….They call it “serving at the pleasure of the President.” The U.S. now has a very strong and powerful foreign policy, much different than proceeding administrations. It is called, quite simply, America First! With all of that, however, I have done FAR more for Ukraine than O.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 15, 2019
Durante la audiencia, el embajador de carrera le comentó a los legisladores que su repentina remoción por Trump fue en manos de “intereses turbios en todo el mundo” con peligrosas intenciones hacia Estados Unidos.
Ella expresó que quedó “conmocionada y devastada” al enterarse de que Trump comentó que ella “estaba por enfrentarse a algunas situaciones” en su llamada con Ucrania.
Recordó que mientras leía la transcripción de la conversación de Trump en la Casa Blanca, otra persona dijo: “El color se me quitó de la cara”.
Ella comentó en voz baja: “incluso ahora me faltan las palabras”.
Su remoción es uno de varios eventos en el centro del esfuerzo de destitución.
“Estos acontecimientos deben afectar a todos los presentes en esta sala”, declaró la diplomática en su discurso de apertura. “Los intereses turbios de todo el mundo han aprendido lo poco que se necesita para remover a una embajadora estadounidense que no les da lo que quieren”.
Hija de inmigrantes que huyeron de la antigua Unión Soviética y de la Alemania nazi, desglosó su carrera de 33 años, incluyendo tres giras como embajadora en algunos de los destinos más desafiantes del mundo, antes de llegar a Ucrania en 2016. Fue expulsada en mayo de 2019.
Ella negó las acusaciones en su contra, incluyendo que favoreció a la demócrata Hillary Clinton por encima de Trump en las elecciones de 2016 y que circuló una lista de “No enjuiciar” al ex fiscal superior de Ucrania, Sergiy Lutsenko, a lo que llamó una “invención”.
¡Trump quería que se fuera’
El representante Adam Schiff, presidente demócrata del panel, abrió la audiencia alegando que ella era “demasiado dura contra la corrupción para algunos, y su postura de principios provocó a sus enemigos”.
Se hizo evidente, afirmó, “el presidente Trump quería que se fuera”.
El principal republicano del panel, Devin Nunes de California, lamentó las audiencias como un “espectáculo televisivo de un día de duración”.
Nunes se quejó de que los demócratas se basan en testimonios de oídas de testigos que sólo conocen las acciones de Trump de segunda mano. También presionó para escuchar al todavía anónimo informante del gobierno que primero alertó a los funcionarios sobre la llamada telefónica del presidente Donald Trump a Ucrania que está en duda. “Estas audiencias no deberían estar ocurriendo en absoluto”, señaló.
Justo cuando se abría la audiencia, la Casa Blanca publicó la transcripción de una llamada anterior que Trump había hecho al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy, que fue en gran medida una felicitación.
Nunes leyó esa transcripción en voz alta. En ella, Trump mencionó su experiencia con el concurso de Miss Universo en Ucrania e invitó a Zelenskiy a la Casa Blanca. Terminó diciendo: “Hasta pronto”.
En particular, Yovanovitch y otros han descrito a Giuliani, el abogado de Trump, como líder de un “canal irregular” fuera de la corriente diplomática de las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania. Cuando se le preguntó durante una declaración a puerta cerrada si alguien del Departamento de Estado que había sido alertado sobre el papel de Giuliani intentó detenerlo, ella testificó: “No creo que ellos sintieran que podían hacerlo”.
La Casa Blanca ha ordenado a los funcionarios que no cumplan con la investigación, y a la mayoría de ellos se les han entregado citaciones para que comparezcan.
Acusación de Pelosi
La segunda audiencia pública de destitución se celebra un día después de que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata por California, acusara al presidente de soborno por haber retenido la ayuda militar aprobada por el Congreso para Ucrania mientras presionaba a ese gobierno para que iniciara una investigación.
Pelosi hizo esa afirmación después del primer día de testimonio, a principios de esta semana, cuando altos diplomáticos de carrera corroboraron una transcripción telefónica del presidente pidiendo un favor al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para iniciar una investigación que podría beneficiar la reelección de Trump.
Trump ha denominado repetidamente a su llamada telefónica con Zelensky como “perfecta”.
“Lo que el presidente afirma que ha sido perfecto, yo he dicho que es perfectamente incorrecto. Es soborno”, criticó Pelosi durante su conferencia de prensa semanal en el Capitolio.
Trump contraatacó en Twitter: “¡Este engaño de la destitución es un precedente taaan malo para nuestro país!”
El líder de la Cámara Baja de Representantes, Kevin McCarthy, republicano por California, detalló que los líderes ucranianos no sabían que la ayuda militar estaba siendo retenida al momento de la llamada telefónica y que no había ninguna mención explícita de las condiciones entre los líderes.
Pero el testimonio de esta semana del embajador en función en Ucrania, Bill Taylor, enfatizó que otra llamada telefónica de Trump al embajador de la Unión Europea, Gordon Sondland, escuchada por un asistente, exigió que Zelensky hablara públicamente sobre la investigación mientras se retenían los fondos.
Cuando el asistente de la llamada telefónica le dijo a Taylor que presionó a Sondland sobre la preocupación del presidente por Ucrania y el esfuerzo por ahuyentar a los separatistas rusos, Sondland respondió que “el presidente Trump se preocupa más por las investigaciones de Biden”.
Campaña de difamación
Yovanovitch declaró ante los legisladores de la Cámara de Representantes a principios de este año que fue víctima de una campaña de difamación fabricada por Trump y Giuliani, que querían que se le retirara del puesto por su falta de voluntad de apoyar una investigación no oficial sobre una figura política de Estados Unidos.
Trump les dio a conocer a los reporteros que no la conocía y trató de distanciarse de sus afirmaciones.
Pero Taylor y el funcionario del Servicio Exterior, George Kent, quien sirvió bajo el mando de Yovanovitch en Ucrania, testificaron que estaban al tanto de la campaña de desprestigio que se estaba llevando a cabo contra ella. Taylor y Kent estaban preocupados.
La diplomática de carrera, Yovanovitch, añadió que expresó su preocupación por una campaña en la sombra orquestada por Giuliani que iba en contra de la política oficial del Departamento de Estado en Ucrania.
En la llamada telefónica del 25 de julio entre Trump y Zelensky, el presidente de Estados Unidos mencionó que Yovanovitch era “puras malas noticias” y que pronto se enfrentaría a algunas situaciones. Más tarde fue retirada de su puesto.
Los republicanos defendieron el revocatorio mientras el presidente ejercía la autoridad constitucional.
Esta es una historia en desarrollo.