WASHINGTON — Por primera vez, un alto diplomático dio a conocer el miércoles que al presidente Donald Trump se le escuchó preguntar sobre “las investigaciones” que quería que Ucrania llevara a cabo y que son fundamentales para la investigación de juicio político (impeachment).
William Taylor, el principal diplomático de EU en Ucrania, reveló la nueva información cuando el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes abrió audiencias extraordinarias sobre si el presidente de los Estados Unidos número 45 debería ser destituido de su cargo.
Taylor mencionó que su personal le notificó recientemente que escucharon a Trump hablando por teléfono con otro diplomático, el embajador Gordon Sondland, en un restaurante el día después de la llamada telefónica de Trump el 25 de julio con el nuevo líder de Ucrania que provocó la investigación de juicio político.
El personal podía escuchar a Trump por teléfono preguntando sobre “las investigaciones”, y Sondland le dijo al presidente que los ucranianos estaban listos para avanzar, declaró Taylor.
La queja del informante anónimo al inspector general del Comité de Inteligencia (incluido que Trump presionó al presidente de Ucrania para que investigara al oponente demócrata Joe Biden, y a su hijo, y estaba reteniendo la ayuda militar de Estados Unidos) encendió la investigación de juicio político.
Busca el Partido Republicano que el informante testifique
Cuando se abrió la audiencia del miércoles, los legisladores republicanos inmediatamente presionaron a los demócratas para que escucharan en sesión cerrada al informante anónimo.
Pero el representante Adam Schiff, presidente del comité demócrata, negó la solicitud en ese momento, pero indicó que sería considerada más adelante.
“Haremos todo lo necesario para proteger la identidad del denunciante”, declaró Schiff.
Schiff subrayó la siguiente pregunta en el centro de la investigación de juicio político: si el presidente utilizó su administración para presionar a los funcionarios de Ucrania para obtener ganancias políticas personales.
Pregunta de conducta
“El asunto es así de simple y terrible”, expresó Schiff. “Nuestra respuesta a estas preguntas afectará no solo el futuro de esta presidencia, sino también el futuro de la presidencia misma, y qué tipo de conducta o mala conducta el pueblo estadounidense puede esperar de su comandante y jefe”.
Fue un momento notable, incluso para una Casa Blanca llena de ellos. La audiencia es la primera oportunidad para que Estados Unidos, y el resto del mundo, vean y escuchen por sí mismos acerca de las acciones de Trump hacia Ucrania y consideren si, de hecho, son delitos que justifiquen la destitución.
El primer testigo del miércoles, el subsecretario adjunto de Estado, George Kent, comentó que nunca escuchó a ningún funcionario estadounidense tratar de proteger a una compañía de Ucrania de las investigaciones, contradiciendo directamente una queja central contra Joe Biden que se está planteando por aliados de la Casa Blanca.
Kent dijo que él mismo expresó inquietudes en 2015 sobre el hijo del entonces vicepresidente, Hunter Biden, en el directorio de Burisma (una compañía de gas de Ucrania). Advirtió que podría dar la “percepción de un conflicto de intereses”, pero Kent indicó que nadie de EU estaba protegiendo a la compañía de las investigaciones en Ucrania, como lo han implicado los republicanos.
“Déjenme ser claro; sin embargo, no presencié ningún esfuerzo por parte de ningún funcionario estadounidense para proteger a Burisma del escrutinio”, detalló Kent.
El diplomático no entró en detalles sobre los temas centrales de la investigación de juicio político: la conversación de Trump presionando al gobierno de Ucrania para investigar a los demócratas y los Biden, pero expresó sus preocupaciones con ellos.
“No creo que Estados Unidos deba pedir a otros países que participen en investigaciones o enjuiciamientos selectivos y políticamente asociados contra opositores de quienes están en el poder, porque tales acciones selectivas socavan el estado de derecho independientemente del país”, expuso.
Nunes critica a los demócratas
El principal republicano en el panel, el representante Devin Nunes de California, acusó a la mayoría demócrata de llevar a cabo un esfuerzo de “asedio” para destituir al presidente después de que la investigación de Rusia del abogado especial sobre las elecciones de 2016 no despertó los procedimientos de juicio político.
“¿Se supone que debemos tomar en serio a estas personas cuando presentan nuevas acusaciones?”, preguntó Nunes, un importante aliado de Trump. Se burló de lo que llamó la “atmósfera de culto en el sótano del Capitolio”, donde los investigadores han estado entrevistando a testigos a puerta cerrada durante semanas. Se han publicado las transcripciones de esas entrevistas.
Nunes llamó al caso de Ucrania como una secuela “pobre” de la investigación de Rusia. “Los demócratas están incrementando sus farsas para lograr una destitución”, juzgó.
Los procedimientos se estaban transmitiendo en vivo y en redes sociales desde una sala de audiencias abarrotada en Capitol Hill. El país ha estado aquí solo tres veces antes, y nunca en el contexto del siglo XXI de comentarios en tiempo real, incluso del propio presidente republicano.
Hasta ahora, la narrativa está dividiendo a los estadounidenses, principalmente en la misma línea que la inusual presidencia de Trump. La Constitución establece una barra dramática pero vaga para el juicio político, y todavía no hay consenso de que las acciones de Trump en el centro de la investigación cumplan con el umbral de “altos delitos y faltas”.
‘Cacería de brujas’
Trump llama a todo esto una “cacería de brujas”, una réplica que hace eco de la propia defensa de Nixon. “LEAN LA TRANSCRIPCIÓN”, tuiteó el miércoles.
En esencia, la investigación surge de la llamada telefónica de Trump del 25 de julio con el nuevo presidente electo de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, cuando le pidió a Zelenskiy “un favor”.
Trump quería que el gobierno de Ucrania investigara a los demócratas en las elecciones de 2016 y a su potencial rival de 2020, Joe Biden, mientras mantenía como palanca la ayuda militar en la que se basa la joven democracia al enfrentar a una Rusia agresiva.
El informante anónimo alertó primero a los funcionarios sobre las preocupaciones sobre la llamada telefónica. La Casa Blanca publicó una transcripción aproximada de la conversación, con partes eliminadas.
La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, inicialmente se mostró reacia a lanzar una investigación formal de juicio político, pero decidió seguir adelante en septiembre después de la denuncia del informante.
La Casa Blanca le ordenó a los funcionarios de la administración que no testifiquen en la investigación, pero durante el último mes, testigo tras testigo ha aparecido a puerta cerrada para informarles a los investigadores lo que saben.
La mayoría recibió citaciones para aparecer, y Taylor y Kent tenían citaciones nuevas el miércoles.
El Presidente apunta a testigos
Trump arremetió contra los testigos, tuiteando que “NUNCA FUERON ‘TRUMPEROS’”, pero los dos son diplomáticos de carrera que trabajan para las administraciones republicanas y demócratas. No hay evidencia de que hayan participado en actividades partidistas oponiéndose a Trump.
Ya sea que los procedimientos del miércoles comiencen a terminar una presidencia o ayuden a asegurar la posición de Trump, estaba seguro de que su mandato caótico finalmente había llegado a un lugar que no podía controlar y una fuerza, el sistema constitucional de controles y equilibrios, que no podía ignorar.
A diferencia de las audiencias de Watergate y Richard Nixon, todavía no hay un momento de “cáncer en la presidencia” que galvanice la opinión pública. Tampoco existe el encogimiento de hombros nacional, como sucedió cuando la destitución de Bill Clinton finalmente no resultó en su destitución. Tal vez sea más como el juicio político infundido por el partidismo de Andrew Johnson después de la Guerra Civil.