La demanda de justicia hizo eco en Washington. La familia Guillén logró que se inicie una investigación independiente del Congreso de EE.UU.
“Mi hermana fue víctima de acoso sexual, pero no se hizo nada al respecto. Fort Hood no ofreció seguridad ni respeto. No garantizaron la seguridad de mi hermana”, dijo entre lágrimas Guadalupe Guillen.
“No entiendo cómo fueron capaces de mentir desde el primer día. Por qué, no lo sé. No sé quién está encubriendo a quién. Por eso necesitamos una investigación del Congreso”, expresó Mayra Guillen, otra de las hermanas.
El viernes 10 de julio, Domingo García, presidente nacional de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés), mediante una conferencia de prensa frente al Congreso dio a conocer que las autoridades habían aceptado conformar una Comisión Independiente que esclarezca el brutal crimen de Vanessa Guillén.
“Gracias a todos los que protestaron en marchas, en caravanas en toda la nación en solidaridad con la familia Guillén les tenemos buenas noticias: las autoridades se comprometieron a formar un comité independiente que investigue las circunstancias de la muerte de la soldado Vanessa Guillén y del abuso sexual que sufren las soldados mujeres en el ejército”, dijo García agregando que “la muerte de Vanessa Guillen no resultará en vano, porque se harán leyes que impidan que otras militares sufran de acoso en el ejército”.
En la conferencia el líder nacional manifestó asimismo que pedirán que el nombre de la base militar cambie su nombre a Roy Benavidez, un combatiente heroico que peleó en Vietnam y se hizo acreedor a la medalla de honor. “Deben reconocer el aporte de los latinos en el ejército”, expresó”, aseverando que “también es importante que se aborde la problemática que viven muchos de los ex-combatientes, que sufren del Trastorno de Estrés Postraumático (PTSD) y que han sido deportados, algunos viven en Tijuana, Baja California. Queremos que regresen, que se les dé una oportunidad de regresar con sus seres queridos, que se reúnan con su familia en el país que defendieron con orgullo y valentía”.
Por último, también “se piden cambios para que los soldados hispanos, de apellido Pérez, Gómez, Sánchez, García, López, sean promovidos y elevados de rango, que no sean únicamente soldados rasos, carne de cañón. Ojalá que algún día se logre que un latino sea elevado al rango de general”, finalizó antes de pasar el micrófono a la directora ejecutiva de LULAC, Sindy Benavidez.
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