Esperanza Reyes fue condenada, sin presentar pruebas, por el uso de un supuesto billete falso de 100 pesos, con el que pretendía comprar una libreta para su hija en Sal Luis Potosí.
La mujer fue condenada a seis años de cárcel y trasladada para cumplir su condena a las Islas Marías.
Por esta razón, se solicitó al presidente de México, Enrique Peña Nieto, indulto por tratarse de una situación desmedida, injusta e inequitativa. Su demanda es apoyada por la Barra Mexicana de Abogados, el Colegio de Abogados y la Fundación Barra Mexicana, según detalla el diario mexicano La Jornada.
De acuerdo con lo publicado por el diario, José Mario de la Garza, abogado defensor de Reyes Aguillón, dijo que la petición se hizo a la Presidencia de la República, y mediante redes sociales se inició un movimiento en favor de la potosina, pues fue trasladada a las Islas Marías, y sus hijos menores de edad quedaron abandonados.
La historia de Esperanza
El delito por el que se acusa a Esperanza, sucedió hace tres años, cuando fue a una papelería del estado de San Luis Potosí a comprar una libreta para la tarea de su hija y pagó con un billete de cien pesos que resultó falso. La encargada de la tienda llamó a la policía, que ahí mismo detuvo a la joven señora y la puso a disposición de las autoridades federales, detalla el diario Pulso de San Luis.
El juzgador determinó la responsabilidad de la afectada y dictó una condena de seis años de privación de su libertad y, sin mayor defensa, una noche la trasladaron al penal de Tepic, Nayarit, desde donde, sin previo aviso, se la llevaron en un avión a las Islas Marías, donde está recluida con sentencia definitiva, es decir, no hay más instancias a las cuales apelar.
De acuerdo con las autoridades, la actitud sospechosa de la mujer fue suficiente para condenarla, además de la nula defensa del abogado de oficio que le asignaron, ante la imposibilidad de pagar los servicios de un defensor particular.
Por su parte la hermana de Esperanza, Eréndira, asegura que no se hizo un proceso de investigación, si Esperanza se dedicaba a la falsificación de billetes o trabajaba para una banda organizada con estos fines, “solamente fue la palabra de la persona que la acusó, hasta la fecha no sé si realmente era un billete falso, no supe nada, mi hermana asegura que traía un billete normal”, según publica El Pulso de San Luis.