La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó a las autoridades federales y del estado de Guerrero medidas cautelares para los familiares de los normalistas de Ayotzinapa, así como para defensores de los derechos humanos.
El organismo requirió además que las autoridades garanticen un trato digno y respetuoso hacia ellos, así como abstenerse de emitir opiniones y expresiones que pudieran revictimizar y poner en riesgo la seguridad e integridad de los involucrados.
Informó que el viernes envió oficios a la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob) y al gobierno de Guerrero, para comentarles sobre las expresiones de funcionarios de diferentes ámbitos de gobierno sobre el caso.
A decir de la CNDH en esos comentarios “se descalifica el trabajo que que defensores civiles de derechos humanos y familiares de las víctimas, en la búsqueda y localización de las personas desaparecidas, y sus reclamos de Justicia”, han realizado.
La comisión detalló que las medidas cautelares de protección solicitadas “se emiten sin prejuzgar sobre la veracidad de los hechos”, y para “evitar la consumación irreparable de violaciones a derechos humanos o de daños de difícil reparación y salvaguardar los derechos de las víctimas”.
Subrayó que el 27 de septiembre inició el expediente CNDH/1/2014/6432/Q por los hechos del 26 y 27 del mismo mes en Iguala.
Recordó que el 4 de octubre se localizaron seis fosas clandestinas con un número indeterminado de cadáveres en Iguala, por lo que la CNDH acordó continuar el expediente como una investigación de violaciones graves a derechos humanos, bajo el número CNDH/1/2014/6432/Q/VG.
La CNDH enfatizó que verifica que las autoridades de dichos órdenes de gobierno cumplan con su labor de ofrecer seguridad y protección a las personas y, al mismo tiempo, busca evitar que queden impunes hechos como los acontecidos.