La negativa del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, a responder si aceptará los resultados de las elecciones del próximo 8 de noviembre, fue el punto culminante del tercer y último debate electoral nacional, algo que la aspirante democrata Hillary Clinton llamó horrible.
El Thomas & Mack Center de la Universidad de Nevada Las Vegas retumbó algunas veces cuando Trump habló. Una de ellas fue cuando su contrincante demócrata Hillary Clinton lo calificó de ofensivo con las mujeres. El magnate republicano interrumpió diciendo que nadie más que él respetaba a las mujeres. El público gritó y abucheó.
En un momento del debate, cuando Hillary Clinton hablaba de sus posiciones sobre la economía, los impuestos y los derechos de las mujeres, Trump expresó: “mujer desagradable” (por ponerlo en un calificativo suave en español).
Otro momento y quizá el más penetrante en la atención del público fue la respuesta de Trump a la pregunta sobre su posición sobre el resultado de las elecciones.
“Voy a contemplarlo en su momento”, respondió Trump al ser interrogado por el moderador, el periodista Chris Wallace, si respetaría los resultados de la elección, luego de haber afirmado que el proceso electoral está corrompido.
“Te lo voy a decir en su momento. Te voy a mantener en suspenso”, señaló Trump, luego que Wallace subrayara que la aceptación de los resultados es una de las tradiciones de la democracia en este país.
Sin embargo, el republicano insistió en que lo que ha visto es un proceso deshonesto y corrompido, y recalcó: “creo que los votantes lo están viendo”.
Sostuvo que la elección ha sido manipulada desde el principio, porque, aseguró, Clinton cometió delitos y nunca debió haber sido autorizada a competir por la presidencia.
“Eso es horrible”, respondió Clinton, al destacar que su contrincante atenta contra una de las columnas que sostienen la democracia en Estados Unidos.
El magnate de los bienes raíces mostró, durante la mayor parte del debate de 90 minutos, una actitud más disciplinada que en los dos anteriores encuentros, aunque interrumpió en varias ocasiones a Clinton y al mismo moderador Chris Wallace,
Clinton, por su parte, mantuvo su tradicional compostura y elegancia, manteniendo su sonrisa la mayor parte las veces ante los comentarios de Trump.
El debate fluyó de tema en tema y abarcó una mayor variedad de asuntos que los dos encuentros anteriores, entre ellos, por primera vez, el tema de la inmigración.
Trump, quien invitó al foro a cuatro madres cuyos hijos fueron asesinados por inmigrantes indocumentados, reiteró su acusación de que Clinton daría una amnistía a 11 millones de inmigrantes.
“Eso sería terrible. Necesitamos fronteras fuertes. Están entrando drogas y gente y obtienen dinero; están colándose por nuestra frontera. No tenemos país si no tenemos fronteras. Hillary quiere dar amnistía y fronteras abiertas”, subrayó enfático Trump.
Por el contrario Clinton defendió su plan de buscar una reforma migratoria, ridiculizó la propuesta de Trump de construir un muro en la frontera con México, mencionó el el mismo presidente mexicano había negado que pagaría por el muro, y reiteró que en los primeros 100 días de su gobierno trabajará en una propuesta migratoria.
Sin embargo, el tema de inmigración quedó soslayado cuando Clinton insertó el asunto del ciberespionaje con el que, dijo, Rusia busca influir en los resultados de la elección presidencial estadunidense.
Clinton sostuvo que 17 agencias de inteligencia de Estados Unidos han determinado que Rusia realizó ataques cibernéticos y sustrajo información que proporcionó a WikiLeaks para influir en los comicios.
El debate inició con la pregunta del moderador de Fox News, sobre la Suprema Corte de Justicia y el rumbo que seguiría, dado que el próximo presidente deberá nombrar dos o tres jueces de ese tribunal, lo que definiría su tónica futura.
Trump indicó que designaría jueces conservadores para preservar muchos de los valores de los estadunidenses, y revertir decisiones que según él, los afectan.
Trump se definió en contra del aborto, mientras que la exsecretaria de Estado dijo que apoya el dictamen Roe vs Wade, que legalizó esa práctica en este país en 1973.
Otros temas que se tocaron fueron el de la economía, los impuestos, la creación de empleos y la deuda externa.
Ninguno de los candidatos se saludó al llegar al foro en el inicio del encuentro, ni tampoco se despidieron al terminar, en una muestra de las marcadas diferencias que se han profundizado durante la campaña.
En diversos puntos del valle de Las Vegas las campañas de ambos candidatos tuvieron eventos para ver el debate, y de ellos sobresalió uno organizado por los demócratas en la ciudad de North Las Vegas, en el Craig Park, donde hablaron y cantaron Los Tigres del Norte y Angélica María. Vicente Fernández, casi al final, presentó a Hillary Clinton quien hizo una visita sorpresa, lo que emocionó a la multitud de entre cinco a seis mil personas.