CARSON CITY — En medio de una interminable frustración por los retrasos en el procesamiento y pago de las solicitudes de desempleo en Nevada, el Gobernador Steve Sisolak declaró el miércoles que estaba en contacto diario con la división de desempleo del estado mientras continúa trabajando en los temas que siguen contribuyendo al retraso.
Entre esas complicaciones están: problemas de fraudes, requisitos federales sobre cómo se procesan los pagos y los reclamantes que utilizan la tecnología para repetir llamadas a los centros del Departamento de Empleo, Capacitación y Rehabilitación (DETR, por su sigla en inglés).
“Recibo reportes diarios sobre el DETR, sobre el COVID, sobre la sesión legislativa y ahora recibo de incendios forestales”, comentó el gobernador en una breve entrevista el miércoles fuera del Capitolio mientras la Legislatura se reunía en sesión especial para tratar recortes presupuestarios. “Nadie esperaba que llegáramos a una situación en la que recibiéramos una cantidad tan enorme de solicitudes en un corto lapso. También, el sistema (Pandemic Unemployment Assistance) es totalmente nuevo y nunca antes se había habilitado para los trabajadores temporales.
“Ha tomado demasiado tiempo, lo reconozco”, continuó Sisolak. “Pero dicho esto, estamos por delante de otros estados. Estamos en medio de la manada y hablo a diario con mis colegas, algunos gobernadores de todo el país con los que hablo sobre varios temas, y (el desempleo) es uno de los que más hablamos. Otros han pasado por más problemas, otros por menos, y los que han pasado por menos parecen ser los que no tienen mucha demanda. Cuando se habla de áreas como Montana, Wyoming y ese tipo, no tienen el índice de desempleo que tenemos nosotros. No tienen los demandantes. Los que tienen reclamantes masivos, ya sea Florida, Texas o Arizona, se enfrentan a las mismas situaciones que nosotros”.
La división de desempleo está carente de director tras la partida de Heather Korbulic, quien citó amenazas a su seguridad personal al decidir volver a su puesto en el Silver State Health Exchange a mediados de junio después de siete semanas. Sisolak notificó el miércoles que siguen buscando su reemplazo.
“A través de mi personal tenemos contacto directo con todos en el DETR”, aseveró. “Hablamos de lo que están enfrentando, y todos están abiertos a nuevas ideas para tratar de manejar esto, entendiendo que hay un enorme problema de fraude. Algunas personas no quieren admitirlo, pero lo hay”.
Las reglas federales sobre las demandas de los trabajadores crean pasos adicionales debido al dinero federal involucrado, mencionó.
“El Departamento de Trabajo se ha visto afectado por las restricciones. No podemos pagarle a todo el mundo y luego decir “OK” si fue fraude, si se pagó mal, devuélvanos el dinero. Pone en peligro todo el programa y el dinero de todos, y no queremos hacer eso, así que estamos trabajando con el Departamento y con nuestra propia gente para asegurarnos de que lo manejemos tan rápidamente y con la mayor precaución posible”.
La gente que usaba aplicaciones de teléfono para llamar automáticamente, dijo, “enredaron totalmente nuestro sistema, lo derrumbaron, y no permitieron que otras personas pudieran volver a ingresar”.
Añadió: “Sé que hay una necesidad inmediata del dinero. Lo entiendo perfectamente, pero todo el mundo se recuperará como resultado de todo lo que reciba una vez que se considere que tiene derecho al programa y a los beneficios”.